Densidad ósea: ¿Cómo aumentarla de manera natural?

Mantener una buena salud ósea es vital para el ser humano, ya que los huesos son los encargados de proveer soporte, facilitar la movilidad y proteger algunos de los órganos más importantes del organismo.

La manera más precisa para identificar el estado de salud de los huesos es la prueba de densidad mineral ósea, la cual compara la densidad de los huesos, o masa, con la de una persona en rangos normales, de acuerdo con la edad y el género, según explican los especialistas del portal de salud Medline Plus.

De igual forma, agregan que por medio de este examen se pueden identificar distintas afecciones como la osteoporosis, e inclusive determinar si el tratamiento para dicha enfermedad está funcionando correctamente. También permite evaluar la posibilidad de sufrir fracturas.

“Las causas de baja masa ósea incluyen la historia familiar, no desarrollar buena masa ósea de niño y ciertas afecciones o medicinas. No todas las personas con baja masa ósea tienen osteoporosis, pero están en alto riesgo de tenerla”, precisan desde el referido portal.

Además, señalan que otra de las afecciones asociadas a esta condición, no en cantidades significativas, como en el caso de la osteoporosis, es la osteopenia, que se define como una enfermedad en la que la densidad mineral ósea es anormal, de acuerdo con el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.

Este centro también explica que algunas de las causas o factores que pueden derivar en esta afección son la falta de actividad física, tener una dieta baja en vitamina D y calcio, llevar una alimentación con alto contenido de sodio y otros malos hábitos como fumar y beber demasiado alcohol.

“A medida que sucede esto, los huesos pierden minerales, masa y estructura, por lo que se debilitan y aumenta su riesgo de quebrarse. Todas las personas comienzan a perder masa ósea después de que alcanzan la densidad ósea máxima alrededor de los 30 años de edad”, afirman desde el blog de salud de Cigna.

¿Se puede prevenir la baja densidad ósea? ¿Cómo subirla naturalmente?

Sí se puede prevenir, aseguran desde Cigna. Lo importante es seguir las recomendaciones básicas de los profesionales de la salud, las cuales son esenciales para el correcto desempeño del organismo, como tener una dieta rica en nutrientes y hacer ejercicio regularmente.

Medical News Today enlista un par de recomendaciones para ganar y mantener la densidad ósea en la medida de lo posible.

En primer lugar, aconsejan realizar actividad física, incluyendo ejercicios de levantamiento de peso. Según afirman, existen investigaciones que han demostrado la relación positiva entre el ejercicio con peso y el fortalecimiento muscular para estimular el nuevo crecimiento ósea y el cuidado de la estructura ósea existente.

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Una segunda recomendación es integrar más vegetales al régimen alimenticio, ya que estos contienen un alto valor nutricional, aportando vitaminas, minerales y fibra al organismo.

“Comer vegetales amarillos y verdes puede beneficiar a la mayoría de las personas. En los niños, estos vegetales ayudan a promover el crecimiento óseo; en los adultos, ayudan a mantener la densidad y la fuerza de los huesos”, sugieren.

En esta misma línea, se recalca la importancia de ingerir nutrientes como el calcio y la vitamina D, los cuales intervienen en la formación y mantenimiento de los huesos. De hecho, conservar los niveles adecuados de calcio en el cuerpo es vital para la salud ósea y eso es posible a través de la alimentación, con ingredientes como:

• Leche
• Queso
• Yogur
• Vegetales de hojas verdes, como la col
• Frijoles
• Sardinas

Mientras que, con relación a la vitamina D, de acuerdo con el portal sobre salud Medline Plus, el organismo puede obtenerla por medio de tres fuentes: a partir de una sana alimentación, por medio de la piel y con la ingesta de suplementos dietarios.

Una recomendación final es procurar mantener un peso saludable, según la edad y las condiciones de salud, siempre bajo la observación médica. “Un peso saludable es esencial para la densidad ósea. Las personas con bajo peso tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedad ósea, mientras que el exceso de peso corporal pone más tensión en los huesos”, agregan.