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Descubra cuál es el mejor momento del día para bañarse
Esta actividad le aporta diversos beneficios al organismo: quita las impurezas, activa la frecuencia cardíaca e incrementa la temperatura del cuerpo, entre otros.
Con frecuencia se escucha decir que el agua es fuente de vida y así es. Representa un importante porcentaje del cuerpo humano y los especialistas aconsejan su consumo permanente, no solo para mantenerse hidratado sino para obtener otros beneficios saludables.
Pero las bondades del agua no son solo internas, sino también externas y una de las mejores formas de aprovecharlas es a través del baño. Si bien, bañarse tiene como objetivo principal quitarse las impurezas y suciedad, también sirve, por ejemplo, para activar la frecuencia cardíaca, incrementar la temperatura del cuerpo, dilatar los vasos sanguíneos, disminuir el dolor muscular y reducir la presión sanguínea, según una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Yamila Papa Pintor.
Sin embargo, de manera frecuente surge la pregunta: ¿en qué momento del día es mejor bañarse? Pues bien, la hora más adecuada para tomar un baño dependerá mucho de las circunstancias personales y de las condiciones de salud de cada persona. Lo que sí es claro, es que no debe hacerse en exceso para evitar que se elimine la barrera protectora de la piel.
Un estudio realizado por el doctor Antonio Culebras, de la Universidad Médica Upstate y citado por el medio mexicano Excélsior, indica que las personas que gozan de una buena salud, deben bañarse por la mañana, mientras que la gente que padece enfermedades reumáticas, por ejemplo, debería hacerlo en la tarde o en la noche.
Dentro de las ventajas que ofrece el baño en la mañana está que permite activar la circulación de la sangre, ayuda a reducir la grasa de la piel y cabello, gracias a que se eliminan todas las impurezas creadas durante la noche y, adicionalmente, ducharse en la mañana genera energía.
Bañarse en la tarde o en la noche, por su parte, permite eliminar las bacterias que se acumulan durante el día y sirve para relajarse y descansar, lo que puede traducirse también en un mejor sueño. De igual forma, es saludable si la persona sufre de dolores musculares en los hombros y el cuello, está bajo mucha presión o estrés, tiene un trabajo que exige mucho físicamente o ha realizado actividad física durante el día y ha sudado.
¿Agua fría o caliente?
Otro de los cuestionamientos que frecuentemente se realizan las personas es si es mejor el agua fría o caliente y esto también dependerá mucho de cada quién. Según información de la red de gimnasios Eurofitness, cuando el agua está fría, por ejemplo, ayuda a despejar la mente, a estimular el funcionamiento del metabolismo y a reforzar el sistema nervioso.
Por su parte, una publicación del medio digital Business Insider, indica que una de las principales ventajas de las duchas frías es que aceleran la circulación de la sangre. Este diario asegura que una ducha fría tiene el efecto opuesto al de una caliente para alguien con hipertensión o enfermedades cardiovasculares, ya que la exposición a temperaturas frías ayuda a que el sistema circulatorio reduzca la inflamación y contribuye a prevenir enfermedades cardiovasculares.
El portal Cuerpo Mente, asegura que un baño frío es la preparación ideal para mejorar el rendimiento físico, la reacción y la coordinación muscular, pues activa muchas funciones en el organismo. Tomar ducha fría en la mañana es ideal.
El agua fría también estimula el funcionamiento del metabolismo. Los expertos indican que su uso permite que el cuerpo se active, recurriendo a un mayor consumo de energía para poder regular internamente su temperatura. Esto lleva a que cuando las personas están expuestas al frío, se comience la quema de grasas y azúcares que el cuerpo necesita para mantener su temperatura corporal en el nivel adecuado.
También favorece la piel, ya que ayuda a eliminar toxinas por los poros, haciendo que se torne más firme, joven y saludable. El portal Healthline indica que si una persona tiene picazón en la piel, las duchas frías reducen la necesidad de rascarse.
Para concluir, si bien bañarse con agua fría puede traer muchos beneficios, también es importante que las personas tengan claro si sus condiciones de salud le permiten utilizarla. Cuando no se usa agua fría, lo ideal es que sea tibia y no muy caliente, pues no siempre resulta beneficiosa para la salud.