Descubren cuál es la hormona que ayudaría a curar el dolor emocional

Con frecuencia las personas se enfrentan al rompimiento de relaciones, que las dejan sumidas en un mar de tristeza y desilusión. El llanto suele ser la mejor forma de desahogarse y expresar esos sentimientos que llevan, en muchas ocasiones, a pensar que la vida no tiene sentido y que no se puede vivir sin el otro.

Sin embargo, esto podría cambiar, pues un reciente estudio publicado por la revista científica Frontiers in Cell and Development Biology de la Universidad de Michigan State (Estados Unidos), determina que una hormona ayudaría a mejorar la condición del corazón roto. No solo tras una ruptura amorosa sino también en el plano anatómico.

La investigación realizada en pez cebra y células humanas, llegó a la conclusión de que la hormona oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, producida por el cerebro también puede ayudar a regenerar el tejido cardíaco después de una lesión y, en teoría, algún día podría usarse en el tratamiento de ataques cardíacos, según los investigadores.

Los investigadores determinaron que esta hormona puede ayudar a regenerar las células del corazón después de un infarto de miocardio. Si bien no se ha probado en seres humanos, los investigadores determinaron que esta hormona tiene un papel muy importante en el proceso de apego de las personas, ya sea con la pareja, entre madres e hijos y viceversa.

La oxitocina es una molécula muy pequeña, que consta de nueve aminoácidos y que se produce en el sistema nervioso central, exactamente en una zona llamada hipotálamo. En esta área del cerebro se controla el estado de ánimo, la frecuencia cardíaca o la sensación de hambre.

Se dice que esta hormona les permite a las personas conectarse con los demás y es la que inyecta la fuerza que da forma al afecto, a la reproducción y la lactancia y al amor en todas sus formas.

Un artículo publicado en la revista de psicología La Mente es Maravillosa, precisa que cuando las personas están enamoradas y sienten una pasión intensa y casi obsesiva, la oxitocina actúa como gran desinhibidor. “Los científicos dicen que lo que provoca esta hormona en nuestros circuitos neuronales es similar a lo que genera el alcohol”, precisa.

La oxitocina hace que las personas se arriesguen y confíen en sí mismas y que no vean los posibles peligros o implicaciones que puede tener esa relación, aunque sea dañina o tóxica.

Protege el sistema cardiovascular

Una publicación del diario El Confidencial, de España, indica que esta hormona también sirve para muchas otras cosas como la protección del sistema cardiovascular de lesiones al reducir la presión arterial, reducir la inflamación y difundir los radicales libres, un subproducto reactivo del metabolismo celular normal.

Hábitos para superar una ruptura amorosa

Permitirse sentir el dolor: Una publicación del portal digital Business Insider cita a Julie Becker, coach especializada en el amor, quien asegura que es importante pasar por una primera fase de la ruptura en donde la persona acepta el dolor. Una de las formas de hacerlo es pensar que se está dejando ir a una persona que importaba mucho y con la que se había planeado un futuro.

No es solo emocional: Es importante tener claro que la ruptura no es exclusivamente emocional y que superar una situación de desapego también puede conllevar dolor físico. Cuando una persona está estresada produce hormonas como el cortisol o adrenalina, las cuales generan pérdida de apetito, problemas para dormir o ansiedad.

Contacto 0: Es importante no ver a la ex pareja durante un tiempo y este es uno de los principales pasos para superar una ruptura amorosa. El problema ocurre cuando, por diversos motivos, se corre el riesgo de verla a diario. En cualquier caso, es importante pedir de forma clara un tiempo de distanciamiento, aunque la relación haya acabado en buenos términos, precisa la publicación de Business Insider.

Evitar recaídas. Una de las mejores formas de evitar recaídas es eliminar a la expareja de redes sociales y de esta forma prevenir cualquier tipo de contacto.