MARTE
Descubrimiento de sandías en Marte: la curiosa historia de una nota del New York Times que luego fue borrada
La publicación afirmaba que también se había confirmado la existencia de kiwis en el planeta rojo.
El pasado 8 de junio, la página web de The New York Times publicó un articulo asegurando que se habían descubierto sandías en Marte, una noticia que sorprendió a sus lectores.
De acuerdo con el medio, el artículo aseguraba que la Policía había revelado un informe con datos sobre el hallazgo de esta fruta en el llamado planeta rojo, lo que significaría una verdadera revolución para la exobiología.
La nota de prensa afirmaba que: “las autoridades afirman que el aumento de frutas alienígenas es el culpable del exceso de sandías en el espacio exterior”, y afirmaba que el FBI se habría negado a entregar información sobre los informes de sandías en Marte.
Además, afirmaba que las autoridades también habían “interceptado kiwis” en Marte. “Este historia es muy aburrida”, decía la publicación.
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El artículo, que aparecía firmado por Joe Schmoe, afirmaba que incluso los policías habían probado las sandias y que habrían asegurado que “tenían un sabor muy bueno”.
En pocos minutos, la publicación se hizo viral y en redes sociales y otros portales de información se dispersó la información que significaba una revolución en la búsqueda de vida en Marte.
Sin embargo, poco después, el diario estadounidense eliminó la noticia de su portal para luego afirmar que la información era falsa.
Según el medio, se habría tratado de una prueba de su sistema de gestión de contenido y que se había publicado por error. De hecho, si algún internauta intenta visitar el link de la noticia se encuentra con el mensaje de que fue publicada por error y que ya fue eliminada del portal.
Hallazgos en Marte
Desde hace varios años, la humanidad ha trabajado para poder llegar a Marte y descubrir si existe vida, de algún tipo, en el Planeta Rojo. De hecho, se han enviado alrededor de 30 naves espaciales y módulos de aterrizaje a Marte desde el comienzo de la era espacial.
Opportunity y Perseverance han recorrido el planeta analizando qué formas de vida se pueden hallar en Marte o cuáles pueden sobrevivir allí.
Por ejemplo, investigadores de la Nasa y del Centro Aeroespacial Alemán probaron la resistencia de algunos microbios en una sonda enviada a la estratosfera de la Tierra, con el objetivo de estudiar su potencial y las posibles amenazas de los viajes conducidos a Marte.
En este experimento, se expusieron en el globo científico bacterias y hongos en condiciones similares a las de Marte y comprobaron cómo algunos pudieron sobrevivir al viaje incluso cuando fueron exhibidos a una radiación ultravioleta muy elevada, según la investigadora Marta Filipa Cortesão, del Centro Aeroespacial Alemán, en la información que publica la revista.
Entender la resistencia de dichos microbios a los viajes espaciales es imprescindible para el éxito de futuras misiones, subrayaron los investigadores, añadiendo que al buscar vida extraterrestre se necesita estar completamente seguro de que cualquier cosa que pueda ser descubierta no haya viajado desde la Tierra.
“Con misiones tripuladas a largo plazo a Marte, necesitamos saber cómo sobrevivirían los microorganismos asociados con los humanos, ya que algunos pueden representar un riesgo para la salud de los astronautas”, explicó la investigadora Katharina Siems, del mismo centro, y apuntó a que algunos microbios podrían ser, además, útiles para producir alimentos de forma independiente de la Tierra.
Existen bastantes características del medioambiente de la superficie del planeta rojo que son imposibles de replicar con facilidad en la superficie terrestre, pero por encima de la capa de ozono esas condiciones son notablemente similares.
Los investigadores lanzaron a la estratosfera los microbios dentro de una caja (llamada MarsBox) que se mantuvo a “presión marciana” y se llenó con atmósfera artificial.
Gracias a esto comprobaron que, aunque no todos los microbios sobrevivieron al viaje, uno de ellos, el moho negro (o Aspergillus niger), que ya se había detectado previamente en la Estación Espacial Internacional, revivía al regresar a la Tierra.