Vida Moderna

Día Mundial de la Meningitis: ¿cómo se contagia el virus?

La meningitis bacteriana es rara, pero puede ser mortal.

5 de octubre de 2022
Meningitis
La meningitis puede agravarse muy rápido. | Foto: Getty Images

Este miércoles 5 de octubre se celebra Día Mundial de la Meningitis, que es la inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula espinal, llamada meninge, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

De hecho, el doctor Juan Pablo Rojas, médico cirujano, especialista en infectología pediátrica, indicó que, “según datos del Instituto Nacional de Salud, INS, al periodo epidemiológico V del 2022, en Colombia se notificaron 434 casos, de los cuales 16 corresponden a Meningococo y 74 casos por Neumococo. Estos datos reportan un aumento del 75,7 % con respecto al mismo período de 2021″.

Asimismo, la doctora Laura Mendoza, pediatra infectóloga, señaló que aproximadamente el 20 % de los casos confirmados de meningitis han fallecido, siendo el meningococo la bacteria que más tasa de letalidad tiene, seguido del neumococo.

Así las cosas, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señaló que los factores de riesgo para la meningitis comprenden:

  • Saltearse vacunas. El riesgo aumenta para cualquier persona que no haya completado el calendario recomendado de vacunación para niños o adultos.
  • Edad. La mayoría de los casos de meningitis viral se produce en niños menores de cinco años. La meningitis bacteriana es frecuente en los menores de 20 años.
  • Vivir en un entorno comunitario. Los estudiantes universitarios que viven en residencias estudiantiles, el personal en bases militares y los niños en internados y centros asistenciales infantiles corren un mayor riesgo de contraer meningitis meningocócica. Probablemente, esto se deba a que la bacteria se propaga por la vía respiratoria y a través de grandes grupos.
  • Embarazo. El embarazo aumenta el riesgo de listeriosis, una infección causada por la bacteria listeria, que también puede causar meningitis. La listeriosis aumenta el riesgo de aborto espontáneo, muerte fetal en el útero y parto prematuro.
  • Sistema inmunitario comprometido. El sida, el alcoholismo, la diabetes, el uso de medicamentos inmunosupresores y otros factores que afectan al sistema inmunitario también pueden hacer más vulnerable a las personas a la meningitis. La extirpación del bazo también aumenta el riesgo, y cualquier persona que no tenga bazo debe vacunarse para minimizar ese riesgo.

Dicho lo anterior, las señales de alerta de la meningitis varían dependiendo de la edad y la causa de la infección, pero en general, la enfermedad puede trascurrir de forma rápida y los síntomas irse desarrollando poco a poco, en estadios tempranos los signos de alerta pueden ser muy similares a otras enfermedades incluyendo un resfriado.

Por ello, la doctora Mendoza hace hincapié en los siguientes síntomas: al inicio se puede presentar fiebre, vómitos, dolor de cabeza y malestar general; y luego, desarrollar otros síntomas más sugestivos, como, dolor en las extremidades, palidez, manos y pies fríos, brote o erupción en cualquier parte del cuerpo, rigidez en el cuello, molestia en los ojos (suelen ver luces brillantes), cambios en el comportamiento o estado de conciencia (somnolencia y dificultad para despertar, confusión y delirio, irritabilidad que no cede con el consuelo) y convulsiones.

En los niños más pequeños, generalmente aparece abultamiento de la parte blanda de la cabeza (fontanela), rechazo a la alimentación y quejido.

“La meningitis bacteriana es grave y puede ser mortal en unos días sin tratamiento antibiótico inmediato. El retraso en el tratamiento aumenta el riesgo de daño cerebral permanente o de muerte”, explica Mayo Clinic.

En consecuencia, para ayudar a prevenir la meningitis se debe:

  • Lavarse las manos.
  • Tener esquema de vacunación completo.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.