SALUD
Fumar: una causa de mortalidad evitable
Ni los llamados “fumadores sociales” ni quienes inhalan involuntariamente el humo del cigarrillo están a salvo de los perjuicios del tabaquismo.
Algunos fumadores ocasionales creen que evitan el efecto dañino del tabaco porque fuman únicamente cuando están en fiestas o porque solo consumen un par de cigarrillos al día. Pero están equivocados. Diversos estudios han demostrado que este hábito no tiene nada de saludable, ni existe un nivel aceptable de fumar, pues cada cigarrillo es fuente de sustancias nocivas con potencial para dañar casi cualquier sistema del organismo.
Cada bocanada significa un riesgo para el cuerpo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que las enfermedades relacionadas al tabaquismo se llevan la vida de seis millones de personas cada año. Pero lo más preocupante, señala el organismo, es que del total de muertes, 600.000 son ocasionadas por la exposición al humo de otros y el 75 por ciento ocurre, particularmente, entre niños y mujeres. En el humo del tabaco hay más 250 sustancias nocivas para el organismo y por lo menos 70 de ellas se han identificado como cancerígenas.
Le puede interesar: ¿Cómo dejar de fumar?
Cuando se inhala este humo, el riesgo de desarrollar alguna patología relacionada con el tabaquismo es similar entre quienes fuman mucho, poco y quienes aspiran esos vapores de manera involuntaria. “Entre los no fumadores y los ocasionales, el mayor riesgo se ha visto relacionado con las enfermedades coronarias. La toxicidad de la nicotina eleva la presión arterial, interfiere con la oxigenación de la sangre y hacen que se formen trombos”, asegura el médico Rafael Ordóñez. Otras patologías estrechamente relacionadas con el tabaquismo son las enfermedades pulmonares degenerativas como el EPOC y otras respiratorias como la bronquitis, así como la disfunción eréctil y hasta diabetes.
Por su parte, según informó la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cigarrillo es la principal causa de más de una decena de tumores, entre los que se encuentran el de pulmón, el de cavidad oral, faringe, laringe, esófago, estómago, cuello de útero, vejiga, intestino, riñón, páncreas y próstata. Las personas que fuman cigarrillo son 4 a 10 veces más propensas a morir de cáncer de boca, garganta, laringe y esófago en comparación con los no fumadores. “Los humos tóxicos inhalados por fumadores activos y pasivos llegan a la sangre y afectan los tejidos del cuerpo. La exposición prolongada provoca daño en el ADN de las células, lo que hace que se comporten de manera irregular y se origine el tumor”, explica Ordóñez.
Recomendamos: ¿El cigarrillo electrónico ayuda a dejar de fumar?
Según los expertos, no hay barrera más fuerte que proteja de los efectos del cigarro que dejarlo. Y aunque haya varios tipos en el mercado que prometen ser menos dañinos, con filtros, sabores, más ligeros e inclusos naturistas, la realidad es que no hay ninguna forma en la que fumar sea más saludable. En cuanto a los cigarrillos electrónicos, su uso no está aún completamente recomendado por falta de evidencia suficiente sobre su seguridad. Además, en opinión de Edwin Barón, vocero de la Liga Colombiana Contra el Cáncer, estos dispositivos incitan a que las personas fumen en las dos modalidades. “No te garantiza que dejas de fumar. Además, tiene el agravante de que funcionan con cápsulas con un contenido mayor de nicotina que es la que al final genera la adicción”, dice.
A su turno, explica que es importante que los gobiernos promuevan leyes que protejan a los no fumadores del humo nocivo del tabaco y se impulsen campañas de prevención entre los jóvenes para luchar contra este problema de salud pública mundial. De hecho, con motivo del Día Mundial del No Fumador, que se conmemora este 31 de mayo, se tienen previstas varias actividades con el fin de promover los buenos hábitos. El Ministerio de Salud invitó a Stephane Verguet, profesor de Harvard y consultor del Banco Mundial, para hablar sobre el impacto del tabaco en el desarrollo de los países de América Latina.
Puede leer: ¿Por qué algunos fuman hasta viejos y no les hace daño?
Si bien dejar de fumar no es un acto sencillo, los efectos de hacerlo son inmediatos. Según ha explicado la American Cancer Society, a las ocho horas de abandonar el consumo los niveles de oxígeno en la sangre vuelven a su nivel normal. A las 24 horas, el monóxido de carbono abandona el organismo; a las 48 horas la nicotina empieza a desaparecer; a las 72 horas se respira mejor; a los nueve meses la función pulmonar mejora, a los 10 años el riesgo de padecer de cáncer se reduce a la mitad y a los 15 años, el riesgo de paro cardíaco disminuye al nivel que tiene una persona que jamás ha fumado.