Salud
Diabetes: ¿qué relación tiene con el consumo de cigarrillo?
Esta enfermedad puede causar ceguera y aumenta los riesgos de sufrir un infarto.
La diabetes es una enfermedad crónica que se ha convertido en un diagnóstico común desde las últimas décadas. Según insiste la Organización Mundial de Salud (OMS), los buenos hábitos alimenticios, así como rutinas de ejercicio frecuente y la limitación de algunas otras acciones como el consumo de cigarrillo o de bebidas alcohólicas podrían ayudar a prevenir y combatir esta situación.
Sin embargo, una de las preguntas que surgen es cómo el consumo de cigarrillo puede provocar diabetes, si es que esta enfermedad está relacionada con el exceso de azúcar y la ineficacia de la insulina en el organismo. Mientras que el fumar estaría vinculado con las deficiencias en el sistema respiratorio, así como el desarrollo de diferentes tipos de cáncer en el cuerpo.
Pues bien, el portal especializado Dulces Diabéticos afirmó que el consumo de cigarrillo afecta ayuda a que se desarrolle la enfermedad a un largo plazo. “La nicotina que contiene el tabaco aumenta la resistencia a la insulina. En las personas con DM2 (diabetes), la nicotina reduce la sensibilidad a la insulina, contribuyendo al desarrollo del síndrome metabólico”, según recalcó citando un estudio.
Y agregó que el dejar de fumar, de cierta forma, también puede desarrollar diabetes en un largo tiempo si la persona no toma otras acciones complementarias para cuidar su salud. “No obstante, dejar de fumar hace que se reduzca nuestra actividad metabólica, y por tanto el gasto metabólico. Esto implica que, si ingerimos las mismas calorías al dejar de fumar, es posible que aumentemos de peso... dado que la diabetes y la obesidad están muy relacionadas, lo que deben hacer las personas con diabetes es ponerse en ponerse cuanto antes en manos de profesionales de la nutrición”, puntualizó.
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La diabetes y sus consecuencias
El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos indicó que la diabetes se desarrolla en las personas que tienen un alto nivel de azúcares acumulados en la sangre, a pesar de que esta sustancia sea vital para el funcionamiento típico del cuerpo, es necesario una regulación de los porcentajes para que este no dañe otros órganos.
“La insulina, una hormona que produce el páncreas, ayuda a que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para usarse como energía. Algunas veces, el cuerpo no produce suficiente o no produce nada de insulina o no la usa adecuadamente y la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células”, explicó sobre el cómo y porqué se desarrolla la enfermedad.
Algunos de los síntomas de la diabetes son el aumento del apetito, la fatiga, la visión borrosa, úlceras que no cicatrizan, pérdida de peso sin razón aparente, aumento de la sed y por ende de las ganas de orinar, además del entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies, según recalcó el portal estadounidense.
Por otro lado, la OMS recalcó que algunas de las consecuencias de la enfermedad son: un riesgo mayor de sufrir un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular; neuropatías (lesiones del tejido nervioso) que, en última instancia, requieran la amputación de la extremidad; retinopatía diabética, que es una importante causa de ceguera; incluso insuficiencia renal.