SALUD
Diagnóstico temprano del cáncer, otra gran víctima del coronavirus
El temor por el contagio con el covid-19 y las barreras de acceso a la atención en el marco de la pandemia, han puesto en jaque la confirmación de nuevos casos de cáncer en el país, lo cual supone un aumento a futuro de diagnósticos tardíos que incrementarán la mortalidad por esta causa.
La preocupación de los profesionales que atienden el cáncer en Colombia tiene fundamentos. En el marco de la pandemia se ha visto una sensible disminución en el número de consultas y procedimientos necesarios para lograr un diagnóstico temprano de cáncer que es la mejor herramienta para brindar la atención oportuna e, incluso, lograr la curación de la enfermedad. En opinión de los expertos, el cáncer es una enfermedad más grave y más mortal que el Covid-19, por lo que volver a la consulta y a realizarse sus exámenes es indispensable. La doctora Virginia Abello, presidenta de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología (ACHO), asegura que los profesionales de esta rama médica están “muy preocupados” por este descenso, pues va de la mano no solo con el miedo generalizado de los pacientes a contagiarse con el coronavirus, sino con un aumento significativo en los diagnósticos tardíos, lo cual complica toda la situación. Exámenes clave como las colonoscopias, mamografías, citologías, endoscopias, entre otros, tuvieron un comportamiento a la baja en relación con el año inmediatamente anterior.
De acuerdo con estadísticas publicadas en el Sistema Integrado de Información a la Protección Social (SISPRO), estos y otros exámenes clave para la detección del cáncer se redujeron en promedio en un 39% en el primer semestre de este año con respecto al mismo periodo de 2019; si se compara únicamente el comportamiento en el segundo trimestre de ambos periodos, las citologías bajaron en un 90%, las mamografías en 84%, las colonoscopias en 84% y los estudios de médula ósea en un 59%.
También preocupa la reducción en el número de atenciones registradas para los principales tipos de cáncer en el país. SISPRO registra que en el segundo trimestre de 2020 se atendieron 44% menos casos de cáncer, en comparación con el 2019, siendo la más importante la disminución en las atenciones por cáncer de cérvix, que bajó un 59%.
El problema, según la ACHO, es que los efectos de las demoras en la atención podrían verse reflejados en la supervivencia al cáncer en los próximos 10 años, ya que muchas personas con una enfermedad potencialmente curable podrían diagnosticarse tarde, cuando su enfermedad es más difícil de tratar y no existe posibilidad de cura. El coletazo del covid-19 para la calidad de vida de estos pacientes y para las finanzas futuras del sistema de salud podría ser incalculable.
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Pero no es solo el miedo a la infección con coronavirus el causante de esta situación. La alta concentración del sistema en la atención del virus ocasionó que tanto el cáncer como otras enfermedades crónicas pasaran a un segundo plano, generando barreras adicionales de acceso, a pesar de que muchas de esas patologías están priorizadas en el país. Según Yolima Méndez, presidenta de la Fundación Colombiana de Leucemia y Linfoma, muchos pacientes al inicio de esta situación se encontraron con cancelaciones y aplazamientos de citas y de procedimientos de manera arbitraria por parte de los prestadores, lo cual les generó preocupación y un esfuerzo adicional por encontrar una salida a la situación. A pesar de su condición, no fue el único problema que experimentaron.
“La crisis sanitaria también acentúo el problema en la entrega de los medicamentos. En el marco de la crisis sanitaria se expidió la Resolución 521, que garantizaba la entrega de los medicamentos en la casa de los pacientes mayores de 70 años con enfermedades crónicas e inmunosupresoras como el cáncer, lo cual generó una alta expectativa en los pacientes. Al final, muchos de ellos se quedaron esperando y tuvieron que salir a buscar la solución a su inconveniente”, indica Méndez. De hecho, los resultados de una encuesta realizada a un grupo de más de 700 pacientes y publicada a finales de julio, arrojó que para el 76.8% de este grupo, no se está cumpliendo con la entrega de medicamentos y otros servicios ambulatorios a domicilio, pues del 67.5% (514) que requiere estos servicios, solo el 23.3% (120) refirió haberlos recibido efectivamente en su domicilio, como lo ordena dicha Resolución.
El mismo estudio demostró que el 58,8% de los pacientes ha tenido alguna dificultad para acceder a los servicios de salud, durante la cuarentena, siendo la cancelación de citas con especialista por parte de la IPS/ EPS (20.1%), la demora en entrega de medicamentos (12.4%) y la cancelación o aplazamiento de quimioterapias (8.5%), los principales problemas que reportaron.
Pacientes con leucemias y linfomas, en problemas
Uno de los casos que llama la atención es el de los pacientes con leucemias y linfomas, pues a pesar de la gravedad de estas enfermedades, el número de atenciones también se vio afectado sustancialmente durante la pandemia. Según los datos registrados por SISPRO, las atenciones por linfomas pasaron de 11.602 en el segundo trimestre de 2019 a 6721 en el mismo periodo de 2020, mientras que la atención de las leucemias, también cayeron de 10.985 registradas en 2019 a solo 6.994 en este 2020.
La leucemia es un tipo de cáncer en las células sanguíneas, que ocurre cuando los glóbulos blancos empiezan a crecer descontroladamente y sobrepasan en número a las células normales. Se origina en la médula ósea, el tejido que se encuentra en el interior de algunos huesos como vértebras, costillas, cadera, entre otros, y puede expandirse rápidamente, impidiendo la producción de nuevas células normales.
Existen cinco tipos de leucemia que se diferencian principalmente por su cronicidad, por su velocidad de crecimiento y porque presentan síntomas muy variados que suelen confundirse con los de otras patologías menos graves, lo cual dificulta un diagnóstico oportuno. Fatiga, debilidad, fiebre, dolor en los huesos, dificultad para respirar, mareos, son solo algunas de esas manifestaciones que lentamente van afectando al cuerpo del paciente, muchas veces sin que este lo note. Según Méndez, estos pacientes requieren largos tiempos de hospitalización durante su tratamiento, periodos que se aumentaron por la pandemia, lo cual les generó un aislamiento adicional que los ha afectado emocionalmente. Por otro lado, muchos de aquellos que padecen leucemias agudas y requieren trasplante de médula ósea, tuvieron que experimentar la cancelación del procedimiento y esperar más para recibirlo, exponiéndolos a una recaída y por ende al regreso de la enfermedad.
El llamado que hacen los expertos va enfocado a entender que el cáncer sin tratamiento es más grave que el covid-19. La recomendación es a que retomen sus citas, tratamientos y procedimientos, pues la mayoría de los hospitales están preparados y cuentan con las condiciones necesarias para evitar nuevos contagios en sus instalaciones. Informarse adecuadamente, tener el autocuidado en casa y empoderarse frente a su patología, son fundamentales para evitar que la enfermedad siga avanzando y ponga en riesgo su vida. Así mismo, Méndez indica que si ellos experimentan barreras de acceso de algún tipo pueden recibir apoyo en las diferentes fundaciones de pacientes, así como buscar los mecanismos necesarios que las entidades tienen dispuestos para garantizar el derecho a su salud.
Por otra parte, la doctora Abello indica que el gran reto del sistema de salud es trabajar en una visión de largo plazo para el manejo del cáncer, que comprenda elementos como los modelos de contratación que permitan integralidad en los servicios y les aseguren oportunidad y un manejo centralizado de la atención, facilitándoles la vida y permitiendo un seguimiento adecuado de su condición.
Además, desde ACHO llaman la atención de los prestadores para asegurar que los servicios diagnósticos tengan las condiciones para retomar la cantidad de estudios que se hacían antes de la pandemia y a trabajen todos en conjunto por eliminar las barreras de acceso a diagnóstico y tratamientos, aplicando todo lo aprendido en esta época en beneficio de los pacientes. Al final, lo más importante es entender que el cáncer es un enemigo silencioso, la segunda causa de muerte en Colombia y que no ha parado ni parará por cuenta del covid-19.