Vida Moderna
Dolor cervical: primeros síntomas de alerta para prestar atención
El tratamiento y los cuidados personales del dolor cervical dependen de la causa del problema.
El dolor cervical es una molestia en cualquiera de las estructuras del cuello, entre ellas, los músculos, los nervios, los huesos (vértebras), las articulaciones y los discos intervertebrales, de acuerdo con MedlinePlus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Asimismo, en el portal web se explica que una causa común del dolor cervical es la tensión o distensión muscular.
A menudo las actividades diarias son las responsables y tales actividades incluyen: agacharse sobre un escritorio durante horas; tener una mala postura mientras se ve televisión o lee; colocar el monitor de la computadora demasiado alto o demasiado bajo; dormir en una posición incómoda; torcer y girar el cuello bruscamente mientras hace ejercicio; levantar cosas demasiado rápido o con mala postura.
Otras causas incluyen: afecciones como fibromialgia; artritis cervical o espondilosis; ruptura de disco; pequeñas fracturas de la columna por osteoporosis; estenosis raquídea (estrechamiento del conducto raquídeo); esguinces; infección de la columna (osteomielitis, disquitis, absceso); tortícolis; cáncer que compromete la columna.
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Por tal razón, la Clínica Universidad de Navarra reveló que los síntomas más habituales y a los que se le deben poner atención son: dolor en la zona del cuello, dificultad para movilizarlo, cefaleas, mareos y rigidez.
Adicional, la biblioteca indicó que el tratamiento y los cuidados personales del dolor cervical depende de la causa del problema, pero en caso de causas menores y comunes de dolor cervical:
- Tomar analgésicos de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB) o paracetamol (Tylenol).
- Aplicar calor o hielo en la zona del dolor. Usar hielo durante las primeras 48 a 72 horas y luego aplique calor.
- Aplicar calor con duchas calientes, compresas calientes o almohadillas térmicas. Para prevenir una lesión a la piel, no se debe dormir con una almohadilla térmica ni una bolsa de hielo puestas.
- Suspender la actividad física normal durante los primeros días. Esto ayuda a calmar los síntomas y a reducir la inflamación.
- Realizar ejercicios de rango de movimiento lento, arriba y abajo, de lado a lado y de oreja a oreja. Esto ayuda a estirar suavemente los músculos del cuello.
- Procurar que un compañero realice un masaje suave en las zonas sensibles o con dolor.
- Probar durmiendo en un colchón firme con una almohada que le dé soporte al cuello. Se puede conseguir una almohada especial para el cuello.
- Preguntarle al proveedor de atención médica respecto al uso de un collarín cervical suave para aliviar la molestia. Sin embargo, usarlo por mucho tiempo puede provocar que los músculos del cuello se debiliten y lo ideal es retirarlo de vez en cuando para permitir que los músculos se fortalezcan.
No obstante, si los síntomas no mejoran se debe acudir a un médico y en especial si se presenta:
- Fiebre y dolor de cabeza, y si el cuello está tan rígido que no puede tocarse el pecho con el mentón, ya que esto puede ser meningitis.
- Síntomas de un ataque cardíaco, como dificultad para respirar, sudoración, náuseas, vómitos o dolor en el brazo o la mandíbula.
- Los síntomas no desaparecen en una semana con cuidados personales.
- Se presenta entumecimiento, hormigueo o debilidad en el brazo o en la mano.
- El dolor en el cuello fue causado por una caída, un golpe o una lesión.
- Se presenta inflamación de los ganglios o una protuberancia en el cuello.
- El dolor no desaparece con dosis regulares de analgésicos de venta libre.
- Se tiene dificultad para tragar o respirar junto con el dolor en el cuello.
- El dolor empeora cuando usted se acuesta o lo despierta durante la noche.
- El dolor es tan fuerte que usted no puede estar cómodo.
- Pierde el control de la orina o al evacuar el intestino.
- Tiene problemas para caminar y mantener el equilibrio