Vida moderna

Dolor ciático: ejercicios para aliviar las molestias

Este malestar es signo de otra afección o enfermedad.

23 de marzo de 2022
Dolor de espalda
El dolor de espalda también puede ser un síntoma común de otras patologías que requieren atención médica. Ante un dolor muy intenso, lo recomendable es acudir al médico e iniciar un tratamiento. | Foto: Getty Images

“Ciática” es un término utilizado para el dolor que se irradia en el trayecto del nervio ciático, el cual “se ramifica desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos y hacia abajo de cada pierna. Por lo general, la ciática afecta solo a un lado del cuerpo”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Síntomas

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación señala los signos de esta afección:

  • Dolor que se extiende por la parte baja de la columna y continúa por los glúteos hasta la parte posterior de la pierna.
  • El dolor puede ser leve o agudo.
  • El malestar puede sentirse como una descarga eléctrica.
  • Puede empeorar al toser o estornudar.
  • Entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular en la pierna o pie afectados.

La ciática es un síntoma de otra afección. Por eso, es importante consultar a un médico para identificar la causa subyacente e iniciar un tratamiento oportuno. En algunos casos no es necesario, sino que la recuperación se da por sí sola. Sin embargo, en otros, el doctor puede recetar el consumo de algunos medicamentos para aliviar el dolor.

También existen algunos cuidados especiales que pueden funcionar para esta afección. Tua Saúde, portal especializado en salud, explica cómo realizar varios ejercicios de estiramientos los cuales “ayudan a estirar los músculos de la región lumbar, glúteos y muslos, como el bíceps femoral, piriforme y piramidal, aliviando el dolor en el nervio ciático”.

Cada estiramiento debe hacerse con movimientos suaves, sin causar incomodidad. Pueden repetirse dos veces al día.

1. Estiramiento del bíceps femoral

Ayuda a estirar el músculo ubicado en la parte trasera del muslo, glúteos y lumbares.

¿Cómo hacerlo?

  1. Recostarse boca arriba.
  2. Doblar las rodillas, con los pies en el piso.
  3. Con las manos, llevar una rodilla al pecho.
  4. Mantener esta posición por 30 segundos.
  5. Repetir con la otra pierna.

2. Estiramiento del piriforme

¿Cómo hacerlo?

  1. Acostarse en el piso boca arriba.
  2. Doblar las piernas y apoyar los pies en el piso.
  3. Cruzar una pierna sobre la otra.
  4. Con las dos manos, sostener la pierna que está apoyada en el piso, llevándola al pecho.
  5. Mantener esta posición por 30 segundos.
  6. Repetir el ejercicio con la otra pierna.

3. Estiramiento del piramidal

¿Cómo hacerlo?

  1. Recostarse en el piso boca arriba, extender las piernas.
  2. Doblar la pierna derecha y poner la mano en la parte externa de la rodilla.
  3. Halar la pierna suavemente hacia el lazo izquierdo del cuerpo.
  4. Mantener esa posición por 30 segundos.
  5. Volver a la posición inicial y continuar con la otra pierna.

4. Estiramiento del muslo

¿Cómo hacerlo?

Recostarse boca arriba.

  1. Con una banda elástica o un cinturón, ubicarlo en la planta del pie y traer la pierna estirada hacia el pecho.
  2. Mantener la posición por 30 segundos.
  3. Repetir el estiramiento con la otra pierna.

¿Cuándo es importante consultar a un médico?

Medline Plus señala algunos síntomas que indican que se debe consultar a un profesional o acudir a un centro médico:

  • Fiebre inexplicable con dolor de espalda.
  • Dolor de espalda después de un golpe o caída fuerte.
  • Enrojecimiento o hinchazón en la espalda o la columna.
  • Dolor que baja por las piernas por debajo de la rodilla.
  • Debilidad o entumecimiento en glúteos, muslos, piernas o pelvis.
  • Ardor con la micción o sangre en la orina.
  • Dolor que empeora al acostarse o que es intenso y lo despierta.
  • Dolor intenso que no le permite estar cómodo.
  • Pérdida del control de esfínteres (incontinencia).
  • Pérdida de peso involuntaria.
  • Uso de esteroides o fármacos intravenosos.
  • Aunque se ha tenido dolor de espalda antes, presenta episodios de dolor más fuertes.
  • Dolor de espalda que ha durado más de 4 semanas.