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Dolor de cabeza, fatiga y otros síntomas que alertan de un tumor cerebral
Las masas en el cerebro pueden benignas o malignas.
Un tumor cerebral es una masa o bulto de células anormales que se localiza en esa parte del cuerpo. Algunas de ellas pueden ser benignas y otras malignas, es decir, cancerosas, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
Los tumores cancerosos se pueden originar en el cerebro y en este caso se les conoce como primarios o es posible que la enfermedad se genere en otra parte del cuerpo y luego se extienda hasta el cerebro y en este caso se conocen como secundarios o metastásicos.
La rapidez del crecimiento de un tumor cerebral puede variar y su tasa de crecimiento y la ubicación determinan cómo afectará el funcionamiento del sistema nervioso. De acuerdo con los expertos, las opciones de tratamiento dependen del tipo de tumor, así como de su tamaño y ubicación.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos indican que los procedimientos pueden incluir cirugía, radiación o fármacos que matan o bloquean el crecimiento de las células cancerosas, cuando se trata de una masa con características malignas.
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Información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que los síntomas más comunes cuando se presentan estas afecciones son los siguientes:
- Dolores de cabeza.
- Náusea y vómitos.
- Cambios en la capacidad para hablar, escuchar o ver.
- Problemas de equilibrio o al caminar.
- Inconvenientes con el pensamiento o la memoria.
- Debilidad y fatiga o sentir muchas ganas de dormir.
- Cambios en el estado de ánimo o conducta.
- Convulsiones.
¿Cómo es el dolor de cabeza?
Cuando hay presencia de un tumor puede presentarse un tipo de dolor de cabeza nuevo o que se siente localizado en una parte específica, precisa Katy Peters, neuróloga de Preston Robert Tisch Brain Tumor Center, en una publicación de la fundación AARP, de Estados Unidos, en su página web.
La experta asegura que los dolores de cabeza causados por un tumor con frecuencia son peores por la mañana y esto se debe a que cuanto más tiempo esté acostado el paciente, hay más presión en la cabeza. A medida que avanza el día y la persona empieza moverse, la presión disminuye. El dolor causado por un tumor también tiende a empeorar cuando hay tos o la persona realiza ejercicio.
En cuanto a las convulsiones, se presentan cuando algo altera la actividad cerebral normal, y en muchas ocasiones son el síntoma más claro de un tumor cerebral, según dice el doctor Keith Black, presidente del Departamento de Neurocirugía de Cedars-Sinai Medical Center, en Los Ángeles.
Algunas convulsiones hacen que la persona grite, caiga al piso y experimente contracciones o espasmos musculares generalizados. Otros tipos de convulsiones afectan solo una parte del cuerpo o hacen que los afectados parezcan estar temporalmente confundidos o no darse cuenta de lo que sucede.
La ocurrencia de las convulsiones varía en función de dónde se encuentra el tumor. Por ejemplo, si está ubicado en la parte del cerebro que controla el lado izquierdo del cuerpo, es posible que se evidencien contracciones solo en la pierna o el brazo izquierdos. Por lo general, es una afección que dura solo unos minutos y luego disminuye.
Otro indicador o señal de que puede haber un tumor son los cambios en la personalidad o el comportamiento de la persona. Por ejemplo, hay ocasiones en que las personas se ponen agresivas o parecen tomar malas decisiones. Cuando esto ocurre, dicen los expertos, es síntoma temprano de un tumor en el lóbulo frontal del cerebro, que controla la personalidad.
Por último, hay quienes experimentan cambios en el habla o el lenguaje. Si el tumor está en la parte del cerebro que afecta el habla, es posible que haya momentos en que la persona presente problemas repentinos para expresar las palabras o entender lo que se dice. Si el tumor está cerca de los circuitos visuales del cerebro, es posible que se evidencien problemas de visión, se pierda la visión periférica de un lado o que el paciente vea luces intermitentes.
Del mismo modo, si se pierde la audición en un lado o el paciente comienza a experimentar vértigo o tinnitus, podría ser señal de que hay un tumor que hace presión en los nervios de la audición o del equilibrio, indica Keith Black, en la publicación de AARP.