Vida Moderna
Dolor de rodilla al doblarla: estas son las causas más frecuentes
Al ser una articulación importante para la movilidad de las piernas, las rodillas están propensas a deteriorarse. Con unos simples movimientos se puede recudir cualquier dolor.
La rodilla es una articulación compleja y cumple un papel importante en el soporte del peso al estar de pie. Algunos movimientos pueden dañarla y otros mejoran la forma su condición física. Por lo tanto, hay que tener en mente el uso que se les da a las rodillas.
En primer lugar, la rodilla es una de las articulaciones con mayor riesgo de lesionarse. Es importante comprender su función y los mecanismos involucrados, tanto en la extensión como en la flexión, para prevenir lesiones y dolor. Por lo anterior, hay que evitar movimientos que son muy perjudiciales para esta articulación, específicamente aquellos que tensan la articulación.
Los expertos autores de la investigación Terapias de ejercicio físico en personas con artrosis de rodilla de la Universidad de Sevilla explican que la rodilla es una de las articulaciones más complejas del cuerpo humano al conectar tres huesos: el fémur, la tibia y la rótula, junto a ligamentos (cruzados anterior, posterior, interno y externo), tendones, músculos, cartílago, menisco y bursa.
Su función es soportar el peso corporal al estar de pie, caminar o correr. Por lo tanto, la rodilla necesita una buena estabilidad por el hecho de que allí se encuentran los músculos que extienden y doblan la pierna.
El fémur debe girar sobre la meseta tibial mientras la rótula desciende para permitir la flexión. Adicionalmente, el fémur debe girar hacia atrás y la rótula, ascender durante la extensión. Esos movimientos son vitales y requieren que la rodilla esté en óptimas condiciones. De lo contrario, las estructuras que componen la rodilla pueden representar dolencias como dolor en flexión.
El dolor siempre es síntoma que algo va mal. Cuando se presenta en la rodilla, es un aviso y forma en la que el cuerpo necesita protegerse ante una irregularidad, por lo que es importante prestarle atención y cuando se presenta es necesario consultar a un experto para identificar y/o corregir sus causas.
Para las rodillas, la situación de dolor más problemática es cuando se presenta al momento del levantar el cuerpo. Por ejemplo, cuando una persona se despierta y quiere ponerse en cuclillas, empezará el dolor de la articulación que une los muslos con la parte posterior de las piernas. De igual manera, al querer doblarla, también se experimentará la dolencia.
Con respecto a las causas más comunes de las dolencias, los expertos indican que se debe a:
- Sobrecarga por el uso frecuente.
- La segregación excesiva de la bursa sinovial, la cual es una bolsa móvil encargada de reducir la fricción entre las articulaciones presentes en la rodilla. Al segregar, ofrecer lubricación, pero cuando el líquido es fuera de los límites, causará dolor.
- Tensión excesiva en los cuádriceps, debido a que el tendón rotuliano trabaja en exceso y termina desajustando las conexiones de la rodilla.
- Patologías o lesiones en los meniscos, ligamentos, isquiotibiales o cartílagos.
Sea cual sea la razón del dolor, los expertos de la Universidad de Sevilla indican que hay una serie de recomendaciones para aliviar el dolor o prevenir la aparición de complicaciones peores:
- Administrar hielo en las rodillas.
- Practicar reposo relativo, lo cual implica que la rodilla descanse de la carga a la que se ha sometido.
- Evitar prolongar posturas iguales por mucho tiempo. Esta sugerencia va enfocada a las personas que requieren estar sentados ampliamente. Descansar la postura es vital para evitar dolencias.
- Recostarse con un cojín o toalla entre las rodillas para que la articulación esté en reposo y no se fuerce.
- Trabajar el rango articular de la rodilla. La tendencia es a utilizar la rodilla hasta 90 grados porque es lo que necesario a la hora de sentarse. La sugerencia es no apoyarse sobre los talones para evitar la tensión.
- Controlar la forma de pisar y estado de las suelas de calzado. Cuando los zapatos comienzan a desgastarse, la suela tiende a dañarse y, por consecuencia, el pisado se verá afectado. Es necesario entonces percatarse del tipo de calzado.
- Consultar a un fisioterapeuta o traumatólogo para determinar los orígenes de la dolencia para saber qué movimientos realizar progresivamente para la mejoría.