Dolor de rodilla: remedio natural para aliviarlo y reducir la inflamación

El dolor de rodilla es una de las molestias más comunes e incómodas que pueden afectar al ser humano en algún momento de su vida. Si bien se trata de un síntoma usual, es importante prestar atención a las señales de alarma para evitar que evolucione a un problema de mayor complejidad.

La enciclopedia médica MedlinePlus reseña que el dolor de rodilla es síntoma común en personas de todas las edades. Este puede comenzar repentinamente, a menudo después de una lesión o luego de realizar ejercicio.

“El dolor de rodilla también puede empezar como una molestia leve y luego empeorar poco a poco”, anota la fuente consultada.

Respecto a las causas, es importante comprender que el dolor de rodilla puede aparecer como resultado de múltiples condiciones. Así mismo, existen condiciones que aumentan el riesgo de desarrollarlo, como el sobrepeso o la artritis.

En ese orden de ideas, las causas más comunes incluyen:

• Uso excesivo de la rodilla.
• Lesiones (pueden ocurrir tras un golpe o mal movimiento).
• Golpes o traumatismos en la rodilla.

Estas causas, en principio, no configuran un escenario grave. Sin embargo, la evaluación médica es esencial para verificar a detalle el estado de la rodilla y así obtener un diagnóstico preciso.

Una lesión compleja en la rodilla puede requerir, incluso, de una intervención quirúrgica, de manera que el dolor de rodilla no debe subestimarse.

Remedio natural para aliviar el dolor de rodilla

La medicina alternativa ofrece múltiples opciones para aliviar el dolor de rodilla. No obstante, es pertinente recordar que los remedios caseros no cuentan con respaldo científico, de manera que su efectividad no está garantizada.

Dicho esto, antes de acudir a cualquier tratamiento natural, lo más conveniente es consultar con un médico de confianza.

El portal Healthline sostiene que algunos remedios herbales podrían contribuir tanto a aliviar el dolor de rodilla como a disminuir la inflamación en la articulación. Particularmente menciona la canela, el jengibre y el aceite de sésamo, ingredientes naturales a los que se les atribuye propiedades analgésicas.

Para aprovechar sus bondades, sugiere realizar un ungüento a base de dichos ingredientes. Del mismo modo, en el mercado existen cremas especiales para aplicarlas de manera tópica en la rodilla y así calmar la sensación de dolor.

Ahora bien, en vista de que no todas las personas reaccionan de la misma manera, es conveniente consultar con un profesional de la salud antes de aplicar cualquier tipo de ungüento o crema en las rodillas u otra parte del cuerpo. Así mismo, ante cualquier reacción alérgica o síntoma extraño, es imperativo suspender el tratamiento.

Vitaminas que ayudan a aliviar el dolor de rodilla y fortalecen los huesos

Vitamina A: ayuda a reducir el daño del tejido de las rodillas, ya sea por enfermedad o lesión. Aunque se puede consumir como suplementos, también es aconsejable incluirla en la dieta alimenticia por medio de alimentos como las zanahorias, lechuga, espinacas, coles, calabaza, melón y mango.

Complejo B: es recomendado para atenuar los síntomas propios de la artritis, pues fortalece el sistema inmunológico, contribuye en la reducción del dolor muscular. Es recomendable consumir, al menos, 50 miligramos de vitaminas del complejo B, dividido en dos dosis por día.

Vitamina D: es un nutriente ayuda al cuerpo a absorber el calcio para la formación de los huesos y se puede obtener por medio alimentos como la yema del huevo, pescado de agua salada, hígado, la leche y el cereal. Además, también se puede obtener por medio de la exposición del sol, siempre y cuando el cuerpo esté bajo la protección de un bloqueador solar.

Vitamina K: MedlinePlus señala que esta vitamina liposoluble se conoce como el nutriente de la coagulación y es esencial para quitar el dolor de la rodilla, debido a que ayuda a formar los tejidos y huesos saludables a través de las proteínas. La mejor forma de obtener es por medio de estos alimentos: hortalizas de hojas verdes como la espinaca, col rizada (o berza), brócoli y lechuga; aceites vegetales; algunas frutas como los arándanos azules y los higos; carne, queso, huevos y granos de soja.