Vida Moderna
Dolor de rodillas: tres hábitos para cuidarlas
Las afecciones médicas, como la artrosis, la artritis reumatoide, la gota y las infecciones, pueden ir acompañadas de dolores en las rodillas.
El dolor de rodilla que aqueja a muchas personas, sin importar la edad, puede tener origen en alguna lesión como la ruptura de ligamento o un desgarro de cartílago.
Incluso, los especialistas han advertido que afecciones médicas, como la artrosis, la artritis reumatoide, la gota y las infecciones, pueden ir acompañadas de dolores en las rodillas.
En el caso de las lesiones leves, basta con algunas medidas de cuidado personal para superarlas, en otras se requiere una mayor atención que incluye la intervención médica.
Mientras en el caso de las primeras, podría ser suficiente acudir a fisioterapia y rodilleras que pueden ayudar a aliviar el dolor, en las segundas puede necesitar de intervención quirúrgica.
Entre las razones por las cuales se presenta dolor en las rodillas es que la persona no hace ejercicio con frecuencia, debido a que cuando no se utilizan con regularidad, los músculos y ligamentos se debilitan y pierden capacidad para sostener la articulación.
Pero de la misma manera como el no usarlas frecuentemente puede generar alguna dificultad, el excederse en su uso también pueden causar algún daño.
Correr o saltar puede llevar a un exceso que aumente el riesgo de algunas lesiones, como el caso de esguinces, distensiones o desgarros en los ligamentos o cartílagos.
Pero no solo la falta o el exceso de ejercicio puede originar dolor de rodilla, también se puede presentar debido al exceso de peso o la obesidad, debido a la presión que ejercen sobre ellas.
Entre los síntomas que se presentan ya los que hay que prestarle atención para evitar complicaciones mayores se encuentran:
- Inflamación y rigidez
- Enrojecimiento y temperatura al tacto
- Debilidad o inestabilidad
- Sonidos de chasquidos o crujidos
- Incapacidad de enderezar completamente la rodilla
La recomendación entonces es que cuando se presenten esos síntomas o algunas alertas de inmediato se debe acudir al médico.
Entre las alertas se encuentran, por ejemplo, no soportar el peso en la rodilla, o se siente que está inestable o por salirse, hinchazón, no puede extenderla o flexionarla, deformidad evidente en la pierna o la rodilla, fiebre acompañada de enrojecimiento, dolor e hinchazón, y dolor fuerte relacionado con una lesión.
Cómo cuidar las rodillas
Los especialistas han hecho algunas recomendaciones para cuidar las rodillas y que podría evitar complicaciones:
- Mantener el peso adecuado: La idea es que se tenga una dieta saludable acompañada de ejercicio, con lo que se evita presión adicional sobre las articulaciones.
- Calentar el tren inferior para realizar actividad física: Con eso se busca preparar los músculos para las exigencias del deporte, por eso se recomienda tomar tiempo para el acondicionamiento.
- Una buena práctica deportiva: En este caso es importante utilizar la mejor técnica y los movimientos correctos a la hora de practicar un deporte. Se recomienza consultar a un entrenador profesional.
- Fortaleza y flexibilidad: Los especialistas recomiendan fortalecer los cuádriceps y músculos isquiotibiales, los músculos en la parte delantera y trasera de los muslos que ayudan a sostener las rodillas. Adicionalmente, el consejo es hacer entrenamientos que permitan mejorar el equilibrio y la estabilidad. En este campo también se incluye realizar ejercicios de flexibilidad en el entrenamiento.
- Hacer ejercicio con inteligencia: La recomendación a las personas que sufren artrosis, dolor crónico de rodilla o lesiones recurrentes, es que cambien a manera de ejercitarse. En este caso, se aconseja actividades como nadar, hacer aquaeróbic u otra actividad de bajo impacto, al menos unos días a la semana.
- Fortalecer los músculos que rodean las rodillas: Para hacerlo, se deben hacer sentadillas, zancadas, elevaciones de piernas, andar hacia atrás, arrastrando peso. En este caso, los pesos deben ser adecuados y con la técnica adecuada.
- Evitar movimientos que tengan un impacto negativo en la rodilla, como el running, que puede ser reemplazado por elíptica o bicicleta.
- Usar calzado adecuado: este debe garantizar una buena sujeción y amortiguación adecuadas.
- Usar rodilleras: Buscan proporcionar un apoyo adicional y reducir el dolor durante la actividad física.