Vida Moderna
Dolor en la espalda baja: el ejercicio que ayuda a aliviarlo en minutos
Esta afección puede hacer que la espalda se ponga rígida, haya una disminución del movimiento y dificultad para pararse derecho.
El dolor de espalda es una de las molestias que más aquejan a las personas. Tanto en su vida diaria, como en el trabajo, este padecimiento genera incomodidad y hasta pone en riesgo el desarrollo normal de actividades.
Asimismo, es muy común escuchar la palabra lumbago y esto se refiere al dolor que se siente en la parte baja de la espalda. Puede ocurrir que esta área del cuerpo se ponga rígida, haya una disminución del movimiento y dificultad para pararse derecho.
De igual manera, entre las causas más comunes que producen este dolor se encuentras las siguientes lesiones:
- Distensiones o esguinces en los músculos o ligamentos.
- Enfermedad degenerativa.
- Estenosis espinal.
- Osteoporosis.
- Osteoartritis.
- Trauma.
Ahora bien, cuando esta molestia se presenta, se tiende a pensar que la mejor forma de aliviarla es quedándose quieto y sin el desarrollo de ninguna actividad por tiempo prolongado. Según la biblioteca médica Medline Plus, esto no es tan cierto y, de hecho, los médicos no recomiendan el reposo en la cama.
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En ese orden de ideas, el portal El Universo recomienda un ejercicio para aliviar el dolor de espalda en dicha zona del cuerpo. No obstante, es importante mencionar que antes de llevar a cabo el ejercicio, es recomendable consultar con un especialista de la salud para tener un diagnóstico del dolor de espalda.
Estiramiento de rodilla al pecho
Instrucciones:
- Recostarse boca arriba con las rodillas flexionadas y las plantas apoyadas de los pies apoyadas en el suelo.
- Con ambas manos, jalar una rodilla y acto seguido presionarla sobre el pecho.
- Contraer los abdominales y presionar la columna sobre el suelo. Mantener la posición durante 5 segundos.
- Volver a la posición inicial y repetir el ejercicio con la otra pierna.
- Tiempo después, volver a la posición inicial y repetir la rutina con ambas piernas al mismo tiempo.
- Realizar cada ejercicio de estiramiento dos o tres veces, especialmente en horas de la mañana.
Remedios caseros para aliviar los síntomas de la lumbalgia
Adoptar estrategias caseras ayuda a minimizar la afección, de acuerdo con el portal especializado Cuerpo Mente. Por ejemplo, una forma correcta de lograrlo es corrigiendo las malas posturas.
Jengibre
El jengibre se caracteriza por ser relajante, antiinflamatorio y analgésico, y la parte que debe ser utilizada es el rizoma en polvo o troceado. En ese sentido, se debe mezclar con cinco gotas de aceite esencial con diez de aceite de almendras dulces y acto seguido aplicarlo sobre la zona del dolor de forma suave.
Enebro
La parte que debe ser empleada son las gálbulas, o falsos frutos, como también se le conoce. Esta planta funciona como analgésico y desintoxicante. Para conseguir los beneficios, debe ser consumida en forma de infusión tres veces al día; se puede acompañar de hojas de fresno, viburno e hinojo.
Harpagofito
Según el portal mencionado, el harpagofito posee efectos antiinflamatorios, antiespasmódicos y analgésicos. Asimismo, la parte que debe ser usada es el tubérculo y puede ser consumido en cápsulas. No obstante, antes de llevar a cabo el consumo de este remedio natural es importante consultar con un profesional de la salud.
Por otra parte, el Grupo Sanitas de España listó que algunos tratamientos para la lumbalgia son:
- Aplicación de calor y/o frío: para ayudar a bajar la inflamación de la espalda es adecuado aplicar compresas o bolsas de gel frío. Si la dolencia es crónica, el calor también ayuda a relajar el músculo. Aunque se puede alternar calor y frío.
- Descanso: el reposo es un recurso habitual cuando existe dolor de espalda, en posición tumbada y boca arriba. Sin embargo, si se prolonga esta postura, puede resultar perjudicial y retrasar la recuperación.
- Actividad: es crucial normalizar la situación y realizar toda actividad posible para el paciente.
- Terapia farmacológica: es común la administración de antiinflamatorios, que a su vez ayudan a aliviar el dolor. Aunque en otras ocasiones es más recomendable tomar un relajante muscular, es relevante que sea el propio médico quien establezca la mejor pauta a cada paciente.