Vida moderna
Dolor muscular: remedio casero con romero para aliviarlo de manera natural
En caso de que persista por más de tres días, se debe consultar a un médico.
El dolor muscular es un malestar común en las personas. Puede comprometer más de un músculo, ligamentos, tendones y fascia. Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “a menudo está muy relacionado con tensión, sobrecarga o lesión muscular por el ejercicio o el esfuerzo físico. El dolor muscular tiende a comprometer a músculos específicos, comienza durante o justo después de la actividad. A menudo la actividad que causa el dolor es bastante obvia”.
Además de estas causas, el malestar también puede indicar una enfermedad. Por eso es importante que, en caso de que el dolor persista, se consulte a un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.
“Si bien en la mayoría de los casos, los dolores musculares desaparecen por sí solos en un período breve, en ocasiones pueden permanecer durante meses. El dolor muscular puede manifestarse en casi todo el cuerpo, incluidos el cuello, la espalda, las piernas e incluso las manos”, detalla Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Causas del dolor muscular
- Lesión o trauma, incluso esguinces y distensión muscular.
- Sobrecarga: usar demasiado el músculo, muy rápido sin calentamiento o con excesiva frecuencia.
- Tensión o estrés.
- Algunos medicamentos, como los IECA para bajar la presión arterial, cocaína y estatinas para disminuir el colesterol.
- Desequilibrios electrolíticos como en el caso de muy poco potasio o calcio.
- Fibromialgia.
- Infecciones como influenza (la gripe), enfermedad de Lyme, malaria, absceso en el músculo, polio, fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, triquinosis (áscaris).
- Lupus.
- Polimialgia reumática.
- Polimiositis.
- Rabdomiólisis.
El portal web Gastrolab destaca los beneficios del romero para preparar un remedio casero que ayude a aliviar el dolor muscular.
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Según se explica, los beneficios de esta planta son “gracias a que es un antiinflamatorio natural y relajante, ya sea en aceite o en alcohol, aplicado en la espalda, hombros, brazos o piernas. Suele utilizarse sobre todo después de lesiones como contracturas, esguinces o torceduras, torticolis, dolores cervicales, etc”.
Ingredientes
- 30 g de romero.
- 450 ml de agua.
Preparación
- Poner a hervir el agua.
- Cuando llegue a su punto de ebullición, agregar el romero, tapar y dejar reposar por media hora.
- Retirar del fuego y dejar que tome temperatura ambiente.
- Tomar un paño limpio y mojarlo en la mezcla.
- Aplicarlo en la zona afectada de 2 a 3 veces al día.
Recomendaciones para prevenirlo
MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, brinda algunas recomendaciones para tener en cuenta y evitar este tipo de dolor:
- Realizar estiramientos antes y después de hacer actividad física.
- Calentar antes de ejercitarse y dar un tiempo para que los músculos se enfríen luego del entrenamiento.
- Mantenerse hidratado, antes, durante y luego de la actividad física.
- En caso de pasar mucho tiempo en una misma posición, en el trabajo especialmente, realizar estiramientos cada hora.
¿Cuándo pedir ayuda?
En caso de presentar los siguientes síntomas MedlinePlus recomienda acudir inmediatamente a un centro médico para recibir atención médica y evitar complicaciones en el estado de salud:
- En caso de que el dolor muscular persista por más de tres días.
- Cuando el dolor muscular sea muy intenso y no se conozca una posible causa.
- Haya signo de infección, como hinchazón o enrojecimiento alrededor del músculo afectado.
- Hay circulación deficiente en la zona donde se siente el dolor, como las piernas.
- Se tiene una picadura de garrapata o una erupción.
- El dolor está asociado con un cambio de dosis en un medicamento (estatina, por ejemplo).
Llamar a emergencias en caso de que:
- Se presente un incremento de peso repentino.
- Se tenga retención de agua o se está orinando menos de lo habitual.
- Se tengan problemas para respirar o deglutir.
- La persona experimente debilidad muscular.
- No se puede mover alguna parte del cuerpo.
- Se tengan vómitos, cuello rígido o fiebre alta.
