Vida Moderna
Dolor pélvico y fiebre: síntomas de esta enfermedad que afecta más a las mujeres
Los baños de asiento hacen parte de los tratamientos eficaces para combatir la infección.
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) explica que la cistitis es una infección de las vías urinarias o la vejiga, que se produce por la infección de algunas bacterias que llegan por la uretra y afectan en algunos casos los riñones.
El género femenino es la población más propensa a desarrollar esta infección, ya que, de acuerdo con MedlinePlus, tiene “su uretra más corta y está más cercana al ano”. No obstante, la menopausia y las relaciones sexuales también influyen, incluso el embarazo.
Es de aclarar que los hombres son propensos a tener cistitis, siendo el agrandamiento de la próstata y las piedras en la vejiga factores de riesgo para ello. Además, pacientes diagnosticados con diabetes, o quizá bajo un tratamiento oncológico, al tener su sistema inmune más débil, pueden ser más propensos a contraer esta afección, asegura.
Entre los signos más comunes de la cistitis se encuentran: dolores pélvicos, sangre en la orina, fiebre y necesidad constante de orinar. Si se presentan síntomas como escalofríos, náuseas o dolores de espalda, se debe asistir de inmediato a un centro médico.
Lo más leído
La National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK) señala que, tras algunas investigaciones, se concluyó que una persona estresada, con infecciones urinarias, alergias o con menstruación es más proclive a padecer esta enfermedad.
Cistitis bacteriana
La Organización Mundial para la Salud (OMS) explica que el Escherichia coli “es una bacteria presente frecuentemente en el intestino distal de los organismos de sangre caliente”, que afecta la uretra y la vejiga, ya que se encuentra en el entorno, entra y se aloja en las vías urinarias para proliferarse.
Aunque los alimentos contaminados son los primeros causantes de esta infección, el contacto con materia fecal también incide en su desarrollo.
Entre los síntomas a resaltar de esta clase de cistitis se encuentran la diarrea, los calambres abdominales, la fiebre y los vómitos.
“Los contactos de persona a persona son una forma de transmisión importante por vía oral-fecal. Se ha informado de un estado de portador asintomático, en el que la persona no muestra signos clínicos de la enfermedad, pero puede infectar a otros”, indica la OMS.
Cabe señalar que la Clínica Mayo asegura que esta enfermedad no solo es infecciosa, sino que puede ser provocada por otros agentes como:
- Química: este tipo de cistitis se debe a la interacción con aerosoles, perfumes u otros productos con los que el organismo es sensible, lo que ocasiona hinchazón en la vejiga.
- Intersticial: también se denomina ‘síndrome de vejiga dolorosa’ y está asociado en la mayoría de los casos con las mujeres. Su síntoma más relevante es dolor, mientras la vejiga empieza a llenarse, y no es hasta que se evacúa, que hay alivio.
“Algunas personas pueden sentir dolor sin urgencia o frecuencia. Este dolor puede provenir de un espasmo en los músculos del piso pélvico”, explica la NIDDK.
- Medicamentos: tiene una relación con fármacos que son usados para las quimioterapias.
La diferencia de la cistitis y otras infecciones urinarias
Es importante destacar que la cistitis es una infección urinaria que afecta la vejiga y se diferencia de otras como la cistitis pielonefritis aguda, que inicia desde los riñones; también, cistitis uretritis desde la uretra, cada una con síntomas distintos, entre ardor al orinar y náuseas, por ejemplo.
Es crucial que se trate este tipo de infecciones porque las complicaciones pueden ser más graves, como daños renales o septicemia: “Una complicación potencialmente mortal de una infección, especialmente si la infección se extiende por las vías urinarias hasta los riñones”, precisa la Clínica Mayo.