VIDA MODERNA
¿Dónde nació realmente Jesús? ¿Qué dicen los Evangelios?
Tradicionalmente se dice que fue en Belén, pero algunos Evangelios se contradicen. Expertos analizan las contradicciones.
Si nos preguntaran ¿dónde nació Jesús? seguramente diríamos sin dudar que fue en Belén. Eso es lo que se nos ha enseñado desde pequeños; incluso, varios villancicos hacen alusión al lugar donde se ha creído desde siempre que sucedió el nacimiento del Hijo de Dios.
Sin embargo, varios evangelistas y biblistas se han dado a la tarea de estudiar y comparar uno de los hechos más importantes para los cristianos, pues es claro que existe contradicción entre lo que se ha implantando en el imaginario durante toda la historia, que además es ratificado por algunos Evangelios y lo que está escrito en otros libros de la Biblia.
El biblista Ariel Álvarez Valdés hizo un análisis que fue publicado en 2019 por el diario Clarín. En él, Álvarez Valdés recuerda cómo Mateo dice: “Cuando nació Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes”. Mientras que Lucas escribe: “Cuando José y María estaban en Belén, ella dio a luz a su hijo primogénito”. Entre tanto, los otros dos evangelistas, Marcos y Juan, sostienen que Jesús nació Nazaret.
Asimismo, Álvarez Valdés pone en el escenario a Marcos y su narración sobre el bautismo de Jesús, en el cual asegura que “venía de Nazaret”, y nunca menciona otra ciudad de origen de Jesús. También dice que Nazaret era “la patria” de Jesús. Y cuando lo rechazan en Nazaret, comenta: “Un profeta es despreciado solo en su patria, entre sus parientes y en su casa”.
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El biblista insiste en que Marcos siempre llama a Jesús como “Jesús de Nazaret” y, según afirma, “en la Biblia, cuando después del nombre de una persona se menciona una ciudad, es porque se trata del lugar de nacimiento, como cuando habla de Pablo de Tarso, José de Arimatea o Lázaro de Betania”.
Por su parte, san Juan también reconoce a Nazaret como el lugar de origen de Jesús. Afirma que es “un profeta de Nazaret”. Que Natanael no quiere creer en Jesús porque “de Nazaret no puede salir nada bueno” (Jn 1,46). Y que los judíos lo rechazan como Mesías por haber nacido en Nazaret, diciendo: “¿No afirma la Escritura que el Mesías vendrá de Belén?”.
Así las cosas, el biblista Álvarez Valdés asegura que Marcos y Juan siempre presentan a Jesús procedente de Nazaret. Solo Mateo y Lucas, en el Nuevo Testamento, cuentan su nacimiento en Belén. Pero no parece tratarse de un relato histórico por dos razones:
“Primero, porque aunque los dos cuentan que Jesús nació en Belén, cuando es adulto siempre lo llaman “Jesús de Nazaret”. Y segundo, porque son relatos contradictorios en dos puntos”, asegura y explica sus dos puntos:
1) Según Mateo, Jesús nació en Belén porque sus padres eran de allí, y tenían allí su casa. En cambio, según Lucas Jesús nació en Belén porque su familia tuvo que viajar por un censo.
2) Según Mateo, Jesús y su familia van a vivir a Nazaret por miedo al gobernador Arquelao de Judea, e insinúa que nunca antes habían estado en Nazaret. En cambio, según Lucas se van a vivir a Nazaret porque esa era “su” ciudad.
Según Álvarez Valdés, lo que sugiere este tipo de contradicciones es que “Mateo y Lucas no están contando un hecho histórico, y que lo más probable es que Jesús haya nacido en Nazaret. ¿Por qué entonces Mateo y Lucas dicen que Jesús nació en Belén? Porque su origen nazareno era un dato vergonzoso.”
El biblista asegura que en ese tiempo Nazaret era una aldea minúscula y de mala fama, de la provincia de Galilea. Tan insignificante que en el Antiguo Testamento no se la menciona nunca. Incluso cita a Flavio Josefo, un historiador judío, y su descripción de Galilea “menciona 54 ciudades, pero ignora completamente a Nazaret. Y el Talmud enumera 63 ciudades galileas, y se salta Nazaret”, insiste Álvarez Valdés.
Sobre la misma polémica escribió recientemente Rodolfo Galván Estrada III, profesor adjunto de Nuevo Testamento, Seminario Teológico Fuller, para Infobae.
Según Galván Estrada, las contradicciones que se presentan en los Evangelios también tienen que ver con la identidad étnica. “Durante el periodo de la vida de Jesús, había múltiples perspectivas sobre el Mesías. En una corriente de pensamiento judío, se esperaba que el Mesías fuera un gobernante eterno del linaje de David. Otros textos judíos, como el libro 4 Esdras, escrito en el mismo siglo que los Evangelios, y la literatura sectaria judía de Qumrán, escrita dos siglos antes, también se hacen eco de esta creencia”, asegura el profesor en el medio argentino.
Asimismo, insiste en que la inclusión de la ciudad de Belén por parte de Mateo y Lucas, como lugar de nacimiento, contribuyó a la afirmación de que Jesús era el Mesías de un linaje davídico. “Se aseguraron de que los lectores fueran conscientes de la conexión genealógica de Jesús con el rey David con la mención de esta ciudad. Las historias de nacimientos en Belén solidificaron la afirmación de que Jesús era un descendiente legítimo del rey David”, afirma.