Vida Moderna

Ejercicios para combatir la incontinencia urinaria y mejorar la vida íntima

Aunque dichos movimientos fueron diseñados por un experto, se debe consultar con un especialista si los síntomas persisten.

6 de abril de 2022
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Las personas que padecen esta enfermedad suelen evitar tener intimidad porque temen por una pérdida de orina. | Foto: Getty Images

La incontinencia urinaria es una pérdida de control de la vejiga de una persona que puede causar una fuga accidental de los líquidos corporales. Si esta no se trata a tiempo, la incontinencia puede complicarse y ser más que un problema físico que perturba la calidad de vida una persona.

Aunque le puede pasar a cualquiera, la incontinencia urinaria es más común en las personas mayores y, según el Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos, las mujeres tienen más probabilidad que los hombres de sufrirla.

Las personas que padecen esta enfermedad suelen evitar tener intimidad o tener relaciones sexuales porque tienen miedo de tener una pérdida de orina. Además, el miedo a tener un accidente puede impedir el hacer ejercicios, disfrutar de pasatiempos o estar fuera de casa durante periodos más prolongados.

Por lo anterior, el portal especializado Mejor con Salud, listó algunos ejercicios para el suelo pélvico, el cual, está compuesto por un conjunto de músculos que se encargan de sostener el útero, la vejiga, el recto y el intestino delgado.

Los siguientes ejercicios fueron diseñados por el famoso ginecólogo Arnold Kegel y pretenden evitar la incontinencia urinaria y que no “disminuya la satisfacción en las relaciones sexuales”.

Para comenzar hay que identificar los músculos del suelo pélvico, estos se pueden reconocer mientras se están eliminando líquidos. Basta con realizar pausas, interrumpiendo la orina y reconociendo cuáles son los músculos que se contraen con esta acción.

Después hay que ubicarse boca arriba sobre una superficie plana, con las rodillas flexionadas y se deben seguir los siguientes pasos:

1. Apretar las músculos como cuando se retuvo la orina.

2. Mantener la contracción durante cinco segundos.

3. Relajar los músculos y comenzar nuevamente.

4. Se aconseja realizar 10 repeticiones.

Cabe resaltar que existen varios tipos de incontinencia que deben ser diagnosticadas por un especialista. De acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, estas varían dependiendo su causa:

  • Incontinencia de esfuerzo: sucede cuando el estrés o la presión ejercida en la vejiga hace perder la vejiga. Esto ocurre frecuentemente al toser, estornudar, reír, etc. Este tipo de incontinencia puede deberse a una vejiga fuera de la posición normal o por debilidad en los músculos del piso pélvico, señala la Biblioteca.
  • Incontinencia de urgencia: ocurre cuando se tiene una necesidad urgente de orinar y se escapa algo de orina antes de llegar al baño. Esta incontinencia urinaria es común en las personas ancianas. Puede ser causada por vejiga hiperactiva, afecciones neurológicas, esclerosis múltiple y lesiones de la médula espinal.
  • Incontinencia por rebosamiento: esto sucede cuando la vejiga no se vacía por completa y queda orina almacenada. Es más común en los hombres y puede deberse a tumores, cálculos renales, diabetes y algunos medicamentos.
  • Incontinencia funcional: este tipo de incontinencia ocurre cuando alguna discapacidad física o mental dificulta llegar oportunamente al baño. Por ejemplo, alguien con demencia o alzheimer puede olvidar o no darse cuenta de ir al baño. También es frecuente en personas que sufren de artritis o tienen una movilidad reducida, pues se demoran al desabrochar su pantalón o sentarse en el inodoro.
  • Incontinencia mixta: esto sucede cuando la persona tiene más de un tipo de incontinencia (funcional, rebosamiento, urgencia, esfuerzo). En la mayoría de los casos, son una mezcla de incontinencia de esfuerzo e incontinencia de urgencia.
  • Incontinencia transitoria: esta pérdida de orina sucede en una situación específica, la cual se caracteriza por ser temporal. Puede ocurrir debido a una infección o la toma de un nuevo medicamento.