El aceite que reduce el riesgo de muerte a largo plazo

El aceite de oliva, uno de los principales componentes de la dieta mediterránea, cada día demuestra más sus beneficios para la salud. A este alimento siempre se le ha reconocido por ser beneficioso para el organismo debido a su contenido de ácidos grasos monoinsaturados, vitamina E y antioxidantes.

Ahora una nueva investigación realizada por la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la Universidad Miguel Hernández de Elche, junto con el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial), en España, concluye que su consumo habitual se relaciona con un menor riesgo de muerte por “todas las causas”, entre ellas, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer entre personas adultas.

El análisis encontró un efecto protector del consumo de este alimento en adultos y por ello recomienda la ingesta diaria de dos o más cucharadas con el fin de aprovechar sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias o antihipertensivas.

En el estudio participaron más de 1.500 personas mayores de 18 años, quienes fueron evaluadas a mediados de los años noventa en su estado de salud y principales estilos de vida, como el consumo de tabaco, actividad física y la dieta habitual como la ingesta del aceite de oliva. Luego de 18 años de seguimiento, los resultados apuntan a que el consumo de este producto es seguro y evita el riesgo de muerte a largo plazo.

En este sentido ya había otra investigación realizada por la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de Harvard University. Los científicos descubrieron que las personas que consumen este aceite con regularidad reducen su riesgo de muerte prematura por cardiopatía, cáncer o enfermedad neurodegenerativa, en comparación con quienes no lo ingieren.

Los investigadores analizaron los datos de salud recopilados desde 1990 hasta el 2018 correspondientes a 60.852 mujeres y 31.801 hombres. Todos los participantes estaban libres de enfermedades cardiovasculares y cáncer al comienzo del estudio.

Quienes hicieron parte del análisis tenían que responder a un cuestionario dietético cada cuatro años. Las preguntas incluían la frecuencia con la que usaban aceite de oliva en el aderezo para ensaladas, en la comida y al hornear y freír.

Las personas que consumieron más de siete gramos por día tenían un 19 % menor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares, un 17 % menos probabilidades de fallecer de cáncer y un 29 % menos de que su vida acabara a causa de una enfermedad neurodegenerativa, frente a quienes nunca o rara vez ingirieron el producto.

Las razones de que este alimento prevenga la muerte a largo plazo son diversas pues su consumo regular reduce el colesterol malo, protege el corazón y evita el daño que causan los radicales libres a las células. Además, ayuda a disminuir la inflamación en el organismo y la presión arterial, previene el envejecimiento precoz, el cáncer, la diabetes tipo 2 y los ataques cardíacos, así como enfermedades crónicas inflamatorias.

El ácido oleico, uno de los principales componentes de este producto, que representa entre el 55 % y el 83 % del contenido en ácidos grasos, es ideal para reducir los niveles de grasa en la sangre y ayudar a prevenir los factores de riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón.

Según la Fundación Española del Corazón, este aceite es un alimento con alto contenido en sustancias antioxidantes y vitaminas, que además es rico en otros compuestos naturales como los carotenos y polifenoles, que previenen la aparición de enfermedades.

Por ejemplo, los polifenoles son sustancias conocidas por su poder antiinfamatorio y antitrombótico que ejercen un efecto cardioprotector ante la arterioesclerosis, un proceso de estrechamiento y endurecimiento de las arterias debido a la perdida natural de elasticidad asociada al envejecimiento, precisa la mencionada institución.

Dados sus beneficios, los expertos recomiendan usar aceite de oliva, en lugar de otros alimentos grasos, en particular la mantequilla y la margarina en barra. Sin embargo, también indican que no se puede hacer que los alimentos poco saludables sean más saludables simplemente añadiéndoles este tipo de aceite, pues su uso debe hacer parte de una dieta equilibrada y saludable indica el instituto Mayo Clinic.