Legumbres
Los fríjoles y las lentejas contienen muchas proteínas y son bajos en grasas. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

El alimento antiinflamatorio que ayuda a prevenir el cáncer

El cáncer es la segunda causa principal de muerte en el mundo.

21 de octubre de 2022

El cáncer es una enfermedad que se presenta cuando los cambios que se producen en un grupo de células normales del organismo generan un crecimiento anómalo e incontrolado que da lugar a un bulto llamado tumor, y esto ocurre con todos los cánceres, a excepción de la leucemia (cáncer de la sangre).

Además, algunos de los cánceres más frecuentes, como el de mama, el de cuello uterino, el bucal o el colorrectal, tienen probabilidades de curación elevadas cuando se detectan de manera temprana y se tratan de acuerdo con las prácticas óptimas.

Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que los tipos de cáncer que causaron un mayor número de fallecimientos en 2020 fueron los siguientes:

“Según el Global Cancer Observatory (GCO), en Colombia, la incidencia del cáncer ha aumentado progresivamente durante los últimos 20 años, presentando 150 casos por 100.000 habitantes, aproximadamente”, de acuerdo con el doctor José Esguerra, coordinador de oncología de la Clínica del Occidente.

De hecho, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que la carga del cáncer aumentará aproximadamente en 60 % las próximas dos décadas, lo cual afectará aún más los sistemas de salud, a las personas y las comunidades.

Por ello, la OMS señaló que entre el 30 y 50 % de los cánceres se pueden evitar y controlarse con distintas acciones, como, por ejemplo, llevando una alimentación saludable y, El Universal de México señaló que los fríjoles tienen “antioxidantes y antiinflamatorios que pueden ayudar a reducir el riesgo de contraer cáncer”.

Así las cosas, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló que los frijoles secos y las legumbres, a excepción de los frijoles carita y las lentejas, se deben remojar en agua a temperatura ambiente.

En consecuencia, los métodos son:

  • Remojo lento. En una olla sopera, cubrir 1 libra (450 g) de frijoles secos con 10 tazas de agua. Cubrir y llevar al refrigerador durante, al menos, 4 horas o durante toda la noche.
  • Remojo rápido. En una olla sopera, hervir 1 libra (450 g) de frijoles secos con 10 tazas de agua. Taparla, apartarla y dejar los frijoles en remojo durante 1 a 4 horas a temperatura ambiente.
  • Sin remojo. Esto puede llevar más tiempo de cocción y es posible que haya mayor cantidad de carbohidratos que producen gases. Además, hay que asegurarse de enjuagar bien los frijoles antes de empezar a cocinarlos.

Por su parte, hay que señalar que según Medline Plus, web la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las legumbres son ricas en proteína vegetal, fibra, vitaminas del grupo B, hierro, ácido fólico, calcio, potasio, fósforo y zinc.

Asimismo, explicó que las legumbres son similares a la carne en nutrientes, pero con menores niveles de hierro y sin grasas animales. De hecho, las altas proteínas y otros nutrientes en las legumbres las convierten en una excelente opción en lugar de la carne y los productos lácteos, por ello los vegetarianos a menudo sustituyen la carne por legumbres.

“Las legumbres están repletas de nutrientes. Son bajas en calorías, pero hacen sentir llena a la persona. El cuerpo utiliza los carbohidratos en las legumbres lentamente, con el tiempo, proporcionando energía constante para el cuerpo, el cerebro y el sistema nervioso. Consumir más legumbres como parte de una dieta saludable puede ayudar a bajar el azúcar en la sangre, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y otras enfermedades del corazón y riesgos para la diabetes”, explicó la biblioteca.

Sobre la misma línea, indicó que las legumbres pueden agregarse a cualquier comida, para el desayuno, el almuerzo o la cena. Una vez cocidas, se pueden comer calientes o frías.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.