Vida moderna
El alimento común que se debe controlar porque dispara la glucosa
Es necesario controlar su consumo para evitar complicaciones de salud.
Con el paso de los años, las personas suelen ser más consientes de su alimentación y recurren a dietas balanceadas y saludables para prevenir diferentes enfermedades como las afectaciones cardiovasculares, la diabetes, problemas de memoria o para atacar el desgaste natural de los huesos o la pérdida de masa muscular.
Dentro de estas recetas que aplican a la hora de desayunar, almorzar o cenar, se suelen incluir frutas, verduras y proteínas y se evitan las harinas, los alimentos ultraprocesados, con altos niveles de azúcar y sal o las bebidas dulces, esto, con el fin de evitar que se incrementen los niveles de glucosa, entre otras afectaciones a las que se puede ver expuesto el organismo.
Precisamente, hay alimentos que ya están identificados y que las personas evitan, pero hay uno que parece ser inofensivo y que es muy común a la hora de ir a la mesa. Se trata de la papa, la cual pasa desapercibida y muchos no tiene presente como uno de los elementos que contribuya a elevar esos niveles.
“Es bien sabido que si come algo dulce, como un brownie, su nivel de glucosa en sangre aumentará, por lo que nadie se sorprende cuando eso sucede. (...) Pero muchos pacientes no saben que los alimentos ricos en almidón, muchos sin un rastro de dulzura, pueden aumentar aún más los niveles de glucosa en la sangre”, dijo Stephen Devries, MD, cardiólogo preventivo y director ejecutivo del Instituto Gaples, a la Asociación Médica Estadounidense (AMA) en información recogida por el portal Urgente24.com.
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“Las papas son una verdura, pero el valor para la salud de todas las verduras no es intercambiable. Las patatas blancas en particular tienen una carga glucémica muy alta”, agregó Devries.
Según MedlinePlus, el servicio de información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los alimentos con un IG (índice glucémico) bajo aumentan lentamente la glucosa en el cuerpo, mientras, los alimentos con un IG alto incrementan rápidamente la glucosa en la sangre. Los estudios realizados llaman la atención que esto no suceda con las papas que se sirven frías, pues ellas tienen una carga glucémica más baja que las que se sirven calientes.
Las graves consecuencias para la salud de comer papas fritas tres días seguidos
Las papas fritas pueden poner en riesgo la salud de las personas de varias maneras. La primera es el aumento de peso, pero además, el consumo de esta guarnición diariamente puede ocasionar diabetes tipo 2 y producir cáncer.
Es cierto que las papas fritas son una de las comidas preferidas para muchas personas y acompañan muchos de los platos principales, pero no es recomendable consumir este producto en exceso. La ingesta de papas fritas se ha normalizado en el mundo actual y las personas no dimensionan el riesgo a la salud que puede generar su consumo diario.
Conviene subrayar que la patata en sí, no representa ningún riesgo para la salud, al contrario, ya que es un alimento saludable que está dentro de la dieta, aporta vitamina C para fortalecer el sistema inmunológico, potasio para fortalecer los músculos, Vitamina B6 para la formulación de glóbulos rojos y anticuerpos. Adicionalmente, contiene altas dosis de colina que regula la memoria y el estado de ánimo.
La papa es un gran alimento para el consumo diario, las afectaciones ocurren cuando esta se fríe, ya que pueden convertirse en un alto concentrado de grasas saturadas, generando complejas consecuencias al cuerpo. Algunas de ellas son:
Aumento de peso
Después de repasar los beneficios base de consumir patata todos los días, toca centrarse en el método de elaboración, la fritura. De acuerdo con Raquel Ramírez, dietista nutricionista, especialista en acción metabólica, “las patatas fritas son al final grasas saturadas”.
Este tipo de grasa puede elevar el colesterol en la sangre, aumentando la probabilidad de sufrir enfermedades del corazón y cerebrovasculares. También eleva los niveles de ‘colesterol malo’ (LDL) y reduce los niveles del ‘colesterol bueno’ (HDL). De forma general, esto favorece un aumento de peso.
Al respecto, la Asociación Americana del Corazón recomienda una dieta que no supere del 5 al 6 % de calorías provenientes de este tipo de grasa. Es decir que, de 2.000 calorías diarias, como máximo 120 pueden tener este origen, que serían alrededor de 13 gramos.
Hiperpalatables
El problema no solo radica en el aceite donde se fríen. Un estudio de la Universidad de Deakin, en Australia, descubrió que debido a que las patatas fritas suelen llevar mucha sal, esto puede promover el consumo excesivo de alimentos grasos. Lo que sería la explicación al por qué son tan adictivas, en la cual el glutamato también tiene mucho que ver, ya que esta sustancia que estimula el apetito se encuentra en las patatas fritas de forma natural.
En el caso de las patatas fritas de bolsa y no de freidora, existen investigaciones que relacionan su textura crujiente con la adicción. El crujido en la boca podría producir una satisfacción similar al ASRM que provocaría que el consumidor continuara la ingesta a pesar de sentirse saciado.