El alimento que mejora la salud cardiovascular y ayuda a disminuir el colesterol y los triglicéridos

La sardina enlatada es un tesoro que no debe faltar en su nevera. Con una vida útil prolongada y una abundancia de nutrientes esenciales para la salud, este pescado azul se ha ganado un lugar privilegiado en la cocina. Si nunca ha probado la sardina, hoy le contamos tres beneficios de incluirla en su dieta, al menos una vez a la semana, así como una receta económica y deliciosa para prepararla.

¿Qué es la sardina?

La sardina es un tipo de pescado azul, también conocido como pescado graso debido a su contenido de aminoácidos, que representa entre un 18 y 20 %, en contraste con el pescado blanco, que solo contiene alrededor de un 2 %. Esta diferencia en los niveles de lípidos significa que las sardinas tienen un valor energético superior. Además, son una excelente fuente de vitamina D, fósforo, calcio, yodo, hierro, potasio, vitamina B12 y Omega-3. De hecho, el Omega-3 presente en las sardinas ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, según lo indica la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca.

Beneficios de comer sardina

Aunque su aroma puede resultar fuerte para algunos, los beneficios de comer sardina superan cualquier posible inconveniente. En primer lugar, ayuda a prevenir la atrofia muscular. Esta condición se caracteriza por la pérdida de fuerza muscular en relación con la masa y puede provocar parálisis parcial o completa. Un estudio publicado en el National Institute of Health destaca que la proteína y el alto contenido de Omega-3 presentes en la sardina son fundamentales para evitar la progresión de la atrofia muscular.

Además, consumir sardina regularmente mejora la salud cardiovascular. Gracias a su riqueza en Omega-3, disminuye el riesgo de enfermedades del corazón, lo cual ha llevado a recomendar su consumo semanal en pacientes hipertensos. También se ha observado que el consumo de sardina ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos de forma natural, evitando la obstrucción de las arterias, según se señala en un estudio.

Otro beneficio significativo de las sardinas es su capacidad para mejorar la densidad ósea. La osteoporosis es una enfermedad común, especialmente entre las mujeres durante la menopausia, y aumenta el riesgo de sufrir fracturas y afectar la calidad de vida. Un estudio publicado en la revista Maturitas recomienda consumir alimentos ricos en calcio, como las espinas de las sardinas, así como vegetales de hojas verdes, productos lácteos y bebidas de soja para fortalecer los huesos.

Receta: sardina a la mexicana

Si no le gusta el sabor de la sardina por sí sola, el portal Bienestar180 ha proporcionado una receta sencilla, económica y muy sabrosa para que pueda disfrutar de este delicioso pescado. A continuación, le presentamos la receta de “Sardina a la mexicana”:

Ingredientes:

• Una lata de sardina enlatada.
• Dos tomates, finamente picados en cuadritos.
• Media cebolla, finamente picada en cuadritos.
• Una ramita de cilantro, picado.
• Un diente de ajo, picado.
• El jugo de un limón.
• Una pizca de sal.
• Dos chiles chipotle (opcional).
• Una cucharada sopera de aceite de oliva.

Modo de preparación:

• Caliente el aceite en un sartén y añada la sardina desmenuzada. Fría ligeramente durante tres minutos, moviendo constantemente para evitar que se queme.
• Agregue los tomates, la cebolla, el cilantro y el ajo al sartén. Si desea un toque picante, puede añadir los chiles chipotle previamente picados. Cocine durante cinco minutos más, sin dejar de mover, para que los sabores se mezclen. Finalmente, agregue la pizca de sal y retire del fuego.

La sardina enlatada es un alimento versátil y nutritivo que ofrece una serie de beneficios para la salud. Desde prevenir la atrofia muscular hasta mejorar la salud cardiovascular y la densidad ósea, las sardinas son una excelente incorporación a tu dieta semanal. Además, gracias a recetas como la “Sardina a la mexicana” proporcionada por el portal Bienestar180, puedes disfrutar de su sabor de una manera deliciosa y económica.