SALUD
El alimento que potencia el cerebro y aporta energía
Es rico en vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales y azúcares.
La miel es un alimento reconocido y consumido desde hace millones de años. En culturas como la egipcia la incorporaron a diversas actividades de la salud y, desde entonces, su uso como antibiótico o como alimento se ha mantenido.
Se trata de una sustancia natural de sabor dulce, producida por las abejas del género Apis Mellifera a partir del néctar de las flores o de las secreciones de las partes vivas de algunas plantas. Las abejas recolectan el néctar y lo transforman al mezclarlo con sustancias propias (enzimas); esta mezcla es almacenada en los panales de la colmena donde, después de un periodo de maduración, se obtiene la miel, explica la Fundación Española del Corazón.
“Dependiendo de la variedad de las flores y del tipo de colmena, la miel ofrece más de sesenta sustancias diferentes. Destacan los azúcares, ácidos orgánicos (cítrico, láctico, fosfórico), vitaminas C, B1, B2, B3, B5, ácido fólico, minerales como fósforo, calcio, magnesio, silicio, hierro, manganeso, yodo, zinc, oro y plata, aminoácidos esenciales, esteroles, fosfolipidos, falvonoides, polifenoles y enzimas.
Se dice que la miel oscura es mejor. Esto se debe a que concentra mayor cantidad de elementos antioxidantes. Entre ello,s se cuentan los flavonoides, fenoles y enzimas. Los científicos consideran que la mezcla de estos elementos genera dicho antioxidantes que son capaces de reducir el riesgo de ataques al corazón, embolias e incluso algunos tipos de cáncer, precisa una publicación de la revista Abejas en Agricultura.
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Favorable para el cerebro
En la lista de bondades que ofrece este alimento está el fortalecimiento del cerebro y la generación de energía. Un estudio del departamento de biología molecular de la Universidad Jahangirnagar de Bangladesh, citado por el portal Mejor con Salud, indica que este alimento, al ser altamente energético, favorece la conexión neuronal y ayuda a empezar el día de forma más saludable.
Al respecto, la Fundación Española del Corazón indica que la miel es una buena fuente de energía por su importante aporte en azúcares, entre un 75 y 80 por ciento, de los cuales, el 70 por ciento son glucosa y fructosa, dos monosacáridos que se absorben con rapidez en la mucosa intestinal y que proporcionan energía en pocos minutos.
“Gracias a esto y a su riqueza en macro y micronutrientes, es un alimento ideal para aquellas personas anémicas o convalecientes que necesitan una ayuda extra para recobrar la vitalidad. A su vez, ayuda al organismo a restablecer su ritmo de actividad habitual y mejora el riego coronario al aportar energía a la musculatura cardíaca, y favoreciendo la producción de fosfatos orgánicos”, precisa la mencionada fuente.
La citada investigación también determina que una cucharada de miel al día ayuda a proteger frente a múltiples enfermedades neurodegenerativas, gracias a su alto índice de polifenoles.
Por su parte, una publicación de Evidence-based Complementary and Alternative Medicine sugiere que los mencionados componentes ayudan a combatir la oxidación celular y a atenuar la inflamación de los tejidos neuronales.
Otros beneficios
“En un estudio se les dio a niños de entre uno y cinco años con infecciones de las vías respiratorias superiores hasta dos cucharaditas (10 mililitros) de miel a la hora de irse a la cama. La miel pareció reducir la tos nocturna, y mejorar el sueño”, precisa.
Los resultados de la investigación mostraron que este producto puede ser tan eficaz como el dextrometorfano, un ingrediente común para aliviar la tos, en dosis típicas sin receta. Sin embargo, por el riesgo de botulismo para los bebés, que es una forma inusual pero grave de envenenamiento por alimentos, nunca se le debe dar miel a un bebé menor de un año.
La miel tiene propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir problemas cardiovasculares y a evitar el envejecimiento prematuro, a aliviar quemaduras, a reducir el colesterol y a bajar la presión arterial.