El amor: ¿la fuente de la felicidad adulta?

PSICOLOGÍA

El amor: ¿la fuente de la felicidad adulta?

Un estudio demostró que la soledad y falta de cariño puede llevar a la tristeza. ¿Lo contrario también será cierto? El psicólogo Miguel de Zubiría, director del Instituto Colombiano de la Soledad, hizo un estudio tipo encuesta y esto fue lo que encontró.

11 de diciembre de 2020

Hay varias evidencias de que el amor es la fuente de la felicidad adulta. Sabíamos por un estudio magistral de la Universidad de Harvard, el más extenso en la historia de la psicología, prolongado por setenta y cinco años, que la fuente primaria de la felicidad, además de la salud y de la longevidad, son los vínculos, creados y enriquecidos por cada uno de nosotros desde el inicio de la vida, el primero con la madre, hasta el último.

Vistas así las cosas, es de inferir que el amor –el múltiple, complejo y prolongado vínculo con otra u otro, en ocasiones de por vida– sería la fuente por excelencia de bienestar subjetivo o felicidad. ¿Lo es? Sería magnífico que así fuera, porque la recomendación a cualquier adulto sería clara y precisa. ¿Quieres ser feliz? ¡Ama! Y nos ahorraría mucho trabajo a los psicólogos. ¿Nada más? No, mucho más que eso: crea y cultiva una grata relación de pareja, lo demás vendrá por añadidura… como parece ocurrir.

El Instituto de la Soledad ha verificado la conclusión complementaria: que la soledad, o pobreza vincular, se relaciona con las graves epidemias psicológicas de nuestro tiempo: la apatía, la autodevaluación, la infelicidad, la fragilidad y la pérdida del sentido de vida. Terrible. Esto llevó a muchos países a decidir enfrentar la gran epidemia de soledad, que con la pandemia crecerá sostenidamente quizás hasta hacerse irreversible: veníamos muy mal, ahora será peor.

Con tantas pistas sobre el nexo estrecho entre el amor de pareja y la felicidad, el Instituto Colombiano de la Soledad decidió realizar un tercer estudio con setecientos adultos, para probar o refutar que el amor podría ser la fuente primaria de la felicidad adulta.

Los primeros resultados impactan: de cada diez adultos felices amorosamente ¡nueve también lo son en su vida en general, son felices a secas! Evidencia adicional de que el amor es la fuente básica de las felicidades adultas, lo cual avala la recomendación a cualquier adulto. ¿Quieres ser feliz? ¡Ama! Y nos ahorrarás mucho trabajo a los psicólogos.

¡Ama! Muy fácil de decir, pero casi que imposible de cumplir; al menos para uno de cada dos adultos. El Instituto de la Soledad encontró un dato muy preocupante: 54 % de los adultos de la muestra de 700 es infeliz amorosamente. Increíble: ¡uno de dos!

¿Y si desaparece el amor, la muy segura fuente primaria de la felicidad adulta? Pues sus consecuencias psicológicas serían aterradoras. Las evidencias son muchas, solo menciono una de ellas, reciente, que ofrece la Corporación Excelencia en la Justicia. Es una comprobación estadística para mí terrible, y hablo solo como psicólogo, no como demógrafo: entre los años 2016 y 2019, 40 % de los matrimonios civiles se separaron, casi la mitad.

“Vivimos en un entorno afanado, corriendo de un lado para otro por temas laborales o sacando adelante metas económicas personales, sin detenernos demasiado a pensar en el amor". | Foto: Bloomberg

La actual psicología afectiva comienza a saber que la soledad es un grave mal, y no cualquiera, sino una de las grandes epidemias del siglo, con consecuencias psicológicas tremendas y además sobre la salud física equivalentes a fumar cada día un paquete de cigarrillos. Otros estudios concluyen que los años perdidos, especialmente por infartos, ¡suman entre ocho y quince años!

La CIA del amor

¿Cómo puede ocurrir esto en el mejor momento de la historia humana para amar? Liberada la sexualidad del amor, y de los hijos, cuando es posible cualquier combinación amorosa decidida con plena libertad, y apoyados tecnológicamente por innumerables redes. Hasta ahora tenemos dos hipótesis de trabajo, las cuales han conducido a crear la CIA o Centro de Investigaciones del Amor.

La primera, que los adultos y los jóvenes actuales cuentan con muy pobres cualidades amorosas (simpatía, empatía, generosidad, saber escuchar…). La segunda, que carecen del autoconocimiento, el interconocimiento y el socioconocimiento necesarios para elegir la mejor pareja posible. ¿Por qué? ¡Porque nadie les ha enseñado el arte de amar! Saben mucho de lo otro, poco de los otros y casi nada de ellos mismos, el lema de psicología afectiva.

Hemos desarrollado un cuestionario esencial de felicidades para darte pistas clave sobre este tema. Son unas cuantas preguntas para explorar las 6 fuentes de felicidad adulta, en donde la más importante y central es la amorosa. Hay dos cuestionarios: uno, para mayores de 26 años, y el otro para menores de 25. Hazlo y explora.