Vida moderna
El antibiótico natural que reduce el colesterol y mejora la salud cardiovascular
El ajo no solo reduce el colesterol “malo”, también no aumenta los niveles de lípidos y disminuye la cantidad de triglicéridos en el torrente sanguíneo.
El colesterol es una sustancia que, si se tiene en niveles demasiado elevados, obstruye la circulación y dificulta el tráfico sanguíneo, causando problemas cardiovasculares que pueden derivar en diabetes o ataques al corazón.
Dependiendo de la estructura que los componga, el colesterol puede ser bueno (o HDL), malo (o LDL), o la combinación de ambos (total). El llamado colesterol malo es el de lipoproteínas de baja densidad, que es la causa principal de los riesgos coronarios, según el portal Mejor con Salud.
En concreto, el cuerpo necesita algo de colesterol para producir hormonas, vitamina D y sustancias que le ayuden a digerir los alimentos. Y aunque el organismo produce todo el colesterol que necesita, también se encuentra en alimentos de origen animal, como yemas de huevo, carne y queso, según el portal especializado en salud, MedlinePlus.
Por esta razón, la alimentación juega un papel clave a la hora de reconducir los niveles de colesterol. Para hacerlo, entran en juego las propiedades de ingredientes como el jengibre y el ajo, que pueden ayudar a una mejor circulación de la sangre por las arterias y reducir el colesterol del tipo LDL.
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Virtudes del ajo
El ajo, es un alimento clave de la cocina mediterránea que tiene una gran cantidad de efectos positivos en el organismo, entre los que se destaca la reducción de los niveles de colesterol en la sangre, según lo demuestran estudios de la Fundación Española del Corazón.
En dichos estudios señalan que el ajo en polvo y el aceite de ajo, no solo reduce el colesterol “malo”, también no aumenta los niveles de lípidos y disminuye la cantidad de triglicéridos en el torrente sanguíneo.
Además, entre sus múltiples propiedades, está que es rico en minerales como el yodo, fósforo, potasio y vitaminas como la B6, según señala la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Para obtener todos sus beneficios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere estas pautas: una dosis diaria de 2 a 5 g de ajo fresco (aproximadamente un diente de ajo), de 0,4 a 1,2 g de ajo en polvo seco, de 2 a 5 mg de aceite de ajo, de 300 a 1.000 mg de extracto de ajo, u otras formulaciones equivalentes de entre 2 y 5 mg de alicina.
Otros beneficios del ajo para la salud
- Mejora el sistema cardiovascular: Propicia que se dilaten los vasos sanguíneos, lo que hace que la sangre fluya con más facilidad disminuyendo la presión, y además previene la arteriosclerosis.
- Un poderoso antioxidante: Es ideal para evitar la oxidación de las células gracias a sus numerosos antioxidantes, los cuales ayudan a neutralizar los radicales libres y mantener el cuerpo protegido.
- Es antifúngico: Reduce la necesidad de oxígeno de algunos hongos, lo que ralentiza su crecimiento.
- Antitóxico: Los sulfóxidos del ajo son una barrera para evitar la toxicidad de los metales pesados presentes en el organismo.
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Receta de ajo y jengibre
Ingredientes
- 4 dientes de ajo.
- 2 litros de agua.
- 3 centímetros de raíz de jengibre.
- 124 ml de zumo de limón.
- 100 gramos de miel.
Preparación
- Lavar bien el ajo y el jengibre.
- Meterlos con todos los ingredientes en la batidora.
- Licuar hasta que quede una mezcla uniforme.
- Colar el líquido.
- Meterlo en una tapa hermética.
- Dejarlo en reposo durante cinco días en la nevera.
Recomendación: hay que tener en cuenta que nunca se debe consumir esta bebida como sustituto de los medicamentos pautados por el médico o como sustituto de una comida principal, pues esto podría repercutir en gran medida en la salud. Se recomienda consultar primero con el especialista antes de ingerirla.