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El casco que salva a los pacientes de covid 19
Una máscara de oxígeno evita que algunos pacientes lleguen a necesitar un ventilador mecánico. Hay doce en Bogotá. Así funciona.
Unos de los aspectos más positivos de este año de pandemia es que los médicos han podido establecer mejores prácticas en el tratamiento de los pacientes que llegan a los hospitales. Lo anterior se ha traducido en una menor mortalidad por covid-19. El Hospital El Tunal es un ejemplo de ello. Hace unos días presentó una nueva tecnología para atender al paciente con covid-19 y evitar que tenga que ser intubado.
Se trata de un casco de plástico, como el de un buzo o de un astronauta, que permite inyectar oxígeno con una presión mayor, lo que genera un beneficio en los alvéolos del pulmón. Esto, a su vez, garantiza una recuperación más pronta. Los cascos permiten estar a la vanguardia en atención de pacientes afectados por covid-19 y otras enfermedades respiratorias.
Lo anterior es positivo no solo porque los ventiladores mecánicos, cuya disponibilidad es limitada hoy por el aumento de casos de covid, pueden ser utilizados por aquellos con cuadros de covid 19 más severos, sino también porque el paciente evita el impacto que la intubación genera en el organismo.
Según los expertos, la intubación puede generar complicaciones y mayores tiempos de estancia en la UCI debido a que al colocar el tubo en la tráquea pueden producirse laceraciones e infecciones. Asimismo, la sedación hace que su estado físico se desacondicione y, por lo tanto, que la rehabilitación sea más demorada. “Incluso más compleja que la misma enfermedad”, dice el médico John Édison Parra, coordinador de la unidad de cuidados intensivos del Hospital El Tunal.
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Como se sabe, la covid-19 afecta las vías respiratorias y entre sus impactos está que hace colapsar los alvéolos del pulmón. Por eso, muchos pacientes sienten como síntoma esta dificultad y muchos requieren oxígeno adicional. Proveérselo es crucial para que los diferentes órganos del cuerpo reciban el aire que necesitan para seguir funcionando y no se deterioren. En ese sentido, esta máscara es importante no solo para que el paciente respire mejor y de una manera no tan invasiva, sino para que se recupere pronto.
Otra ventaja es que el dispositivo no requiere sedación para usarse. Esto es importante puesto que el paciente permanece en estado de conciencia y eso le permite estar en contacto con sus seres queridos. Además, protege a los médicos y al resto de personal de salud de contagio. Como se ha dicho muchas veces, en el momento de la intubación se producen muchos aerosoles que pueden infectar al personal de salud de las salas de cuidado intensivo y a otros pacientes. Este casco, por su forma, reduce ese gran riesgo.
Sin embargo el casco salvavidas no es para cualquier paciente. El criterio para seleccionar quienes pueden usarlo está basado en “la mecánica respiratoria, el estado de conciencia y la colaboración del paciente”, dice el especialista. La mayoría son entre leves y moderados y los primeros pacientes que usaron estos dispositivos ya se recuperaron. Para la compra de 12 cascos se invirtieron 30 millones de pesos. Estos se adquirieron mediante un convenio docencia-servicio con la universidad Manuela Beltrán.
Pese a la difícil situación de la ciudad, este tipo de inversiones ayudará a mejorar el resultado de las intervenciones. De hecho, el secretario de Salud, Alejandro Gómez, aseguró que Bogotá sigue fortaleciendo su sistema de salud a través de equipos de alta tecnología y se encuentra ampliando la disponibilidad de camas. Para mejorar este último aspecto, se instaló un nuevo hospital de campaña también en el Hospital El Tunal. Allí hay 26 camas más para urgencias.
Sin embargo, los médicos dicen que la apuesta más importante es evitar que la gente se contagie. Si todos se quedan en casa, es mucho más factible que disminuyan el número de casos y así los pacientes que llegan a los hospitales.