Espacio Exterior
El casco que servirá para llevar a los humanos a Marte
El ingenio y la creatividad suelen traspasar fronteras y en esta ocasión parece que las misiones espaciales toman un nuevo rumbo.
De acuerdo con el portal web de Brain space (espacio cerebral), desde el sábado 2 de abril hasta el próximo viernes 8 se llevará a cabo un experimento de actividad cerebral, el primero de su tipo, en la Estación Espacial Internacional. Para ello, se dará uso a un casco que parece ser la nueva promesa de los viajes espaciales.
Teniendo en cuenta información recopilada por el portal español Sport, cuando los astronautas efectúan cada una de sus misiones en el espacio exterior suelen ser medidos y analizados desde la fisiología, con cambios en la frecuencia cardiaca y masa muscular. Sin embargo, cuando se trata de cambios neuronales que se producen afuera del planeta Tierra los datos son muy escasos.
Brain Space es una compañía con sede en Israel que espera cambiar esto; han ingeniado una especie de casco que aunque parece de bicicleta promete grandes resultados. Si se obtiene información neuronal puede que “en futuras misiones, los viajes durarán mucho más, y los efectos de la micro gravedad en el estado de los astronautas tengan un gran impacto”, mencionó Yair Levy, director general del aparato, al medio The Next Web.
“Entonces tendremos una herramienta que pueda medir el impacto en la cognición, y podremos inventar herramientas que permitan recuperar la capacidad cognitiva durante la misión”, agregó Levy.
Según los datos del proyecto, la ejecución está diseñada y realizada con el apoyo del Departamento de Ciencias Cognitivas y Cerebrales de la Universidad Ben Gurion, en Beerseba, Israel.
En ese orden de ideas, se tiene previsto que los auriculares que tiene el casco los cuales, posiblemente llevará a los humanos a Marte, junto a todo el hardware relacionado se almacenen y se lancen con el vehículo de ascenso AX-1, un cohete SpaceX Dragon.
Durante su operación en el Laboratorio de EE. UU. de la Estación Espacial Internacional (ISS), el casco Brain Space registrará y analizará la actividad neurológica de los miembros de la tripulación para determinar si los resultados obtenidos en micro gravedad son diferentes de los obtenidos en Tierra, explica la compañía de innovación tecnológica. “Son las pequeñas señales eléctricas que se producen cuando las neuronas del cerebro se comunican entre sí”, enfatiza Sport.
Además, señalan que al momento de terminar la misión el hardware se volverá a incorporar en su configuración de estiba de lanzamiento inicial original con el objetivo de que regrese en el próximo vuelo disponible con rumbo a la Tierra.
Al medir cada uno de los riesgos que la vida humana, en términos de comportamiento cerebral, puede tener fuera del planeta azul la esperanza de llegar hasta Marte, tarde que temprano, será más factible, indica el citado portal español.
Es necesario mencionar que entre los antecedentes de la compañía se consigna que participa en la Misión Rakia de la Fundación Ramon, que está enviando 30 experimentos innovadores a la Estación Espacial Internacional con el segundo astronauta de Israel, Eytan Stibbe.
Respecto a esa misión, es una oportunidad única para que los empresarios, científicos e investigadores presenten ideas innovadoras probando su trabajo en el espacio y, por lo tanto, promoviendo la investigación.
El principal propósito del innovador proyecto es que con la exploración espacial a largo plazo y la vida fuera del mundo al alcance de la mano, espera convertirse en el estándar para monitorear el bienestar neurológico en el espacio.
En esta oportunidad, el experimento de ocho días consta de dos registros diarios de 15 minutos, donde:
- Las operaciones de vuelo en tiempo real se llevarán a cabo desde el Centro de Apoyo a la Tele ciencia (TSC) del Centro de Investigación Glenn (GRC) de la NASA.
- El video en tiempo real se enviará a la oficina de la organización en Tel-Aviv, Israel, para obtener asistencia en la resolución de problemas o responder preguntas de la tripulación.
- Por último, los datos recopilados en órbita se transferirán a los investigadores de Brain Space y de la Universidad Ben-Gurion después de cada sesión para su análisis.