Vida Moderna
El consumo de estos alimentos picantes podría aumentar la esperanza de vida
Es importante consultar con un médico porque los síntomas de algunas afecciones aumentan tras su ingesta.
Si bien es cierto que la comida picante no es la favorita de muchas personas, de otras sí lo es. Por ejemplo, la intensidad de su sabor y sus componentes pueden ser perjudiciales para quienes tienen cistitis intersticial, según lo explica el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, ya que incrementa los síntomas.
Cabe recordar que, de acuerdo con la Clínica Mayo, la cistitis intersticial es una enfermedad crónica que provoca dolor pélvico y molestias en la vejiga, porque hace presión sobre ella.
No obstante, el artículo publicado en el British Medical Journal, “Consumo de picantes y mortalidad total y por causa específica: estudio de cohortes de base poblacional”, asegura que el consumo de comida picante no tiene una alta incidencia en la tasa de mortalidad.
Lo anterior lo concluye tras la investigación hecha a 199.293 hombres y 288.082 mujeres entre 30 a 79 años de edad, en donde el chile fresco se destacó sin incrementar el riesgo de muerte. Sin embargo, los autores instan a más estudios para corroborar esto, porque también se evidenció un índice menor en quienes no consumían alcohol, elevando la esperanza de vida.
Tendencias
Eso también lo afirma el estudio “Consumo de chile y mortalidad en adultos italianos”, presidido por Marialaura Bonaccio, Augusto Di Castelnuovo y Simona Costanzo, en el que manifiesta que este alimento, al ser parte de una dieta mediterránea, disminuye el riesgo de muerte e incluso de enfermedades cardiovasculares (ECV).
“Las enfermedades cardiovasculares (ECV), fundamentalmente la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular, son una de las causas principales de mortalidad y discapacidad en población de la Región de las Américas”, asegura la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Además, cabe recordar que el estudio “Dieta mediterránea y sus efectos benéficos en la prevención de la enfermedad de Alzheimer”, liderado por Arnoldo Miranda, Carolina Gómez-Gaete y Sigrid Mennickent, determinó que quienes vivían cerca del Mar Mediterráneo mostraban índices bajos de enfermedades cardiovasculares, por lo que se asoció con la alimentación y su estilo de vida.
También define este plan de alimentación como aquel en el que las verduras, los cereales, las legumbres y el aceite de oliva son protagonistas, mientras que el consumo de carnes rojas y de grasas malas es mínimo.
Beneficios del chile
Un artículo revisado por la nutricionista Tatiana Zanin, publicado por Tua Saúde, explica que el chile es un fruto picante de la familia de las panas Capsicum que tiene propiedades antioxidantes. Además, está compuesto de vitamina A y C, con muchos beneficios sobre el cuerpo, donde se destaca el jalapeño, el chile serrano, el chile chilaca, entre otros.
Cabe mencionar que el portal explica que los chiles pican, debido a que están compuestos de capsaicinoides, cumplen un rol térmico.
Es entonces que sus propiedades antiinflamatorias contenidas en la capsaicina pueden reducir el riesgo de varias enfermedades como el accidente cardiovascular y/o aterosclerosis, entre otros. No obstante, es importante aclarar que no necesariamente elimina el riesgo.
Asimismo, puede reducir los niveles de colesterol, y triglicéridos, mejorando así la salud del corazón gracias a la vitamina C, la cual, según el sitio web, relaja los vasos sanguíneos, regulando la presión arterial. Incluso, asegura que el consumo de chile, al ser un antioxidante, puede reducir el envejecimiento prematuro que se manifiesta en el rostro con las líneas de expresión y las arrugas.
Por su parte, 65 y Más.com también precisa que la comida picante colabora con el buen flujo sanguíneo, ayudando a la secreción de endorfinas, que tal y como lo explica el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) es “una de las varias sustancias que elabora el cuerpo que pueden aliviar el dolor y dar sensación de bienestar. Las endorfinas son péptidos (proteínas pequeñas) que se unen con los receptores de los opioides del sistema nervioso central. Una endorfina es un tipo de neurotransmisor”.