Vida moderna
¿El ejercicio contribuye a que los niños obtengan buenas calificaciones?
Un estudio examinó la relación entre la salud cardiorrespiratoria de los niños y su éxito académico.
Durante la etapa escolar los niños suelen sentirse atraídos por actividades extracurriculares como formar parte de equipos deportivos o, simplemente, a modo de diversión durante los recreos. Sin embargo, esta dinámica, aunque persiste en los colegios, se ha visto afectada por la virtualidad a raíz de la pandemia. De igual manera, un obstáculo ya se venía presentado tiempo atrás con la creciente exposición de la niñez a las pantallas de celulares, computadores, videojuegos, televisión, etc.
De hecho, según las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre actividad física, sedentarismo y sueño para niños menores de cinco años, es recomendable que pasen menos tiempo sentados mirando pantallas o sujetos en carritos y asientos, así mismo, deben dormir mejor y tener más tiempo para jugar activamente.
“Aumentar la actividad física, reducir el sedentarismo y garantizar un sueño de calidad para los niños pequeños mejorará su salud física y mental y su bienestar, y ayudará a prevenir la obesidad infantil y las enfermedades asociadas a ella en etapas posteriores de la vida”, asegura la Dra. Fiona Bull, directora del programa de la OMS de vigilancia y prevención poblacionales de enfermedades no transmisibles, en un artículo publicado en el portal web de la organización.
La recomendación de la OMS sobre los cuidados para niños menores de cinco se extienden para otras etapas de la niñez. Precisamente, existe una correlación entre la salud cardiorrespiratoria de un niño y su éxito académico -sobre todo en lenguaje y matemáticas-, según los hallazgos de un estudio reciente citado en el portal Study Finds.
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La investigación fue desarrollada por científicos en Suiza, quienes realizaron una serie de pruebas en estudiantes de varias escuelas de Ginebra y encontraron una asociación indirecta entre la resistencia cardiovascular y las habilidades mentales. En un trabajo anterior, el profesor de la Universidad Northeastern, Charles Hillman, ya había sugerido que la salud cardíaca y pulmonar de los niños y el éxito académico estaban vinculados, además, otras investigaciones mencionaban la asociación entre el bienestar cardiorrespiratorio y las habilidades ejecutivas mejoradas.
En ese sentido, según Marc Yangüez, investigador de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación (FPSE) de la Universidad de Ginebra, dichas habilidades se pueden dividir en tres categorías principales:
- Inhibición: capacidad para inhibir el comportamiento o los pensamientos intrusivos o irrelevantes.
- Flexibilidad cognitiva: también llamada “multitarea” y se refiere a la capacidad de ser flexibles entre tareas.
- Memoria de trabajo: capacidad de mantener la información en la mente y manipularla.
Los investigadores del estudio colaboraron con ocho escuelas de la provincia de Ginebra para administrar evaluaciones intelectuales y de aptitud física a 193 estudiantes de entre ocho y doce años. Según precisó Yangüez, hubo una “prueba de carrera” en la que los estudiantes tenían que correr de una línea a otra (separada por unos 20 metros entre sí) a un ritmo cada vez mayor. “Combinada con la altura, el peso, la edad y el sexo, esta prueba nos permite evaluar la aptitud cardiovascular del niño”, agregó el investigador citado por Study Finds.
Según anotó Julien Chanal, investigador de la FPSE, utilizaron “nueve tareas que permiten evaluar las habilidades de los niños en las tres funciones ejecutivas principales: inhibición, flexibilidad cognitiva y memoria de trabajo, y medimos diferentes indicadores como la precisión y la velocidad de sus respuestas”.
En ese sentido, se realizaron varias pruebas para determinar la flexibilidad cognitiva de los estudiantes, una de las cuales los desafió a vincular letras y números en una secuencia ascendente (por ejemplo, 1-A-2-B-3-C, etc.). Durante una de las evaluaciones de memoria y aprendizaje, los estudiantes tuvieron la tarea de memorizar y repetir una serie de números que no estaban en ningún orden específico, similar a un código clave o número de teléfono, especificó Study Finds en su artículo.
Los resultados
A partir de la investigación, el estudio encontró que los estudiantes que mostraron una mejor condición física obtuvieron recibieron un promedio anual más alto en matemáticas y en el curso más avanzado de francés 2.
“El francés 1 probablemente esté menos directamente afectado porque la evaluación del texto y la escritura dependen más de factores subjetivos, lo que es menos el caso de las matemáticas o la gramática, para las cuales hay poca subjetividad en las respuestas correctas o incorrectas”, apuntó Yangüez.
Además, el investigador Chanal expresó que los hallazgos también establecen una conexión entre la salud cardíaca y pulmonar y las habilidades del funcionamiento ejecutivo: “Al descomponer estos efectos a través de un modelo de mediación estadística, establecimos que el vínculo entre la aptitud cardiorrespiratoria y el rendimiento académico era indirecto. De hecho, la aptitud física está relacionada con mejores funciones ejecutivas, y de hecho son las funciones ejecutivas las que influyen en el rendimiento escolar, más específicamente la flexibilidad cognitiva”.
A partir de lo que encontró el estudio, sus autores destacaron la importancia de no reducir la actividad física en las escuelas en favor de otras materias, ya que esto “podría tener un impacto negativo en el desarrollo del niño en su conjunto”.