Salud
El exceso de esta vitamina en el cuerpo puede causar náuseas y vómitos
La deficiencia de este nutriente puede ocasionar dolor en los huesos y debilidad muscular.
Las vitaminas son nutrientes claves para el buen funcionamiento del organismo. Su deficiencia se relaciona con el desarrollo de algunas afecciones, pues son importantes para el sistema nervioso, para los músculos y hasta para cuidar la salud del corazón.
En total, son 13 de estos nutrientes esenciales para el organismo y se dividen en liposolubles e hidrosolubles. Las primeras se almacenan en el hígado, el tejido graso y los músculos del cuerpo y en este grupo se incluyen la A, D, E y K. Estas vitaminas son absorbidas más fácilmente por el cuerpo en la presencia de la grasa alimentaria.
En el caso de las hidrosolubles, no se almacenan en el cuerpo. Las 9 vitaminas hidrosolubles son vitamina C y todas las vitaminas B. Los excedentes o las cantidades excesivas salen del cuerpo a través de la orina, por lo que deben consumirse regularmente para evitar carencias o deficiencias en el organismo.
Normalmente, son nutrientes que se obtienen con la ingesta de una alimentación equilibrada en la que se incluyan frutas, verduras y otros alimentos saludables para el organismo. No es muy usual que se presente exceso de alguna de ellas en el organismo, a menos que se consuman suplementos en altas cantidades.
Cuando esto ocurre, es posible que se presenten malestares. Una de estas 13 vitaminas esenciales es la D. Según el Instituto Nacional de Salud, le ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de las principales sustancias necesarias para tener huesos fuertes.
Junto con el calcio, la vitamina D contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a fracturas. Además, al cuerpo le hace falta la vitamina D para otras funciones. Por ejemplo, los músculos la necesitan para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Así mismo, es un nutriente indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que esta vitamina se puede obtener de tres maneras: a través de la piel, de la dieta y de suplementos. El cuerpo la forma naturalmente después de la exposición al sol. Sin embargo, demasiado sol puede llevar al envejecimiento y el cáncer de la piel, así que es importante prestar atención a esta situación.
Los alimentos ricos en vitamina D incluyen yemas de huevo, pescado de agua salada e hígado. Otros alimentos, como la leche y el cereal, muchas veces están enriquecidos con ella.
Lo que causa su consumo en exceso
El exceso de esta vitamina se puede generar por la ingesta de una alta cantidad de suplementos. Las concentraciones demasiado elevadas de vitamina D en la sangre pueden causar náuseas, vómitos, debilidad muscular, confusión, dolor, pérdida del apetito, deshidratación, micción y sed excesivas y cálculos renales.
“Las concentraciones sumamente elevadas pueden causar insuficiencia real, arritmia y hasta la muerte. Los niveles elevados de vitamina D se deben casi siempre a su consumo en cantidades excesivas, a través de suplementos dietéticos. Nunca se recibirá demasiada vitamina D del sol porque la piel limita la cantidad que puede producir”, precisa.
Por el contrario, su deficiencia en los niños causa raquitismo, una enfermedad en la que los huesos se ablandan, debilitan, deforman y causan dolor. En adolescentes y adultos, la deficiencia de vitamina D es posible que genere osteomalacia, un trastorno que causa dolores en los huesos y debilidad muscular.
Por ahora, los científicos estudian cómo este nutriente incide en el cáncer, la osteoporosis, enfermedad cardíaca, depresión y diabetes tipo 2, entre otras enfermedades.