Vida Moderna
El fruto que mejora la sensibilidad a la insulina y sube el colesterol bueno
Para incluirlos en una dieta balanceada, se recomienda consultar con un profesional de la salud.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la diabetes es una afección que se caracteriza por los niveles altos de azúcar en la sangre “que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios”. Existen tres tipos: (I) cuando el páncreas no produce insulina; o (II) las células se resisten a ella; siendo la tercera asociada con algunas mujeres en estado de embarazo.
Es entonces que cuando el cuerpo no tiene sensibilidad a la insulina se le denomina insulinorresistencia que, de acuerdo con el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK), esto se debe a que “las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente”.
Un informe bibliográfico escrito por Patricia Guadalupe Antúnez Uribe, de la ciudad de México en el 2018 y dirigido a la OPS, explica que esta condición se puede producir porque la insulina no ejerce su función adecuadamente y el cuerpo no reacciona, aumentando así la glucemia, formándose una cadena en donde el páncreas cree que se necesita más insulina, induciendo a una prediabetes o diabetes tipo 2, por ejemplo.
“En la diabetes tipo 2, el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa bien. Por lo tanto, se queda demasiada glucosa en la sangre y no llega lo suficiente a las células”, añade el NIDDK.
Prediabetes y diabetes tipo 2
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), “la prediabetes es una afección grave en la que los niveles de azúcar en la sangre son más altos que lo normal, pero todavía no han llegado a niveles lo suficientemente altos para que se diagnostique diabetes tipo 2″.
Se debe resaltar que este tipo de diabetes (2) no es lo mismo que la prediabetes; los factores de riesgo de desarrollarla son: tener más de 45 años de edad, sobrepeso, en el caso de las mujeres, haber tenido diabetes gestacional y tener un diagnóstico de síndrome del ovario poliquístico, determina la Clínica Mayo.
Para prevenir el desarrollo de prediabetes es fundamental bajar de peso, es decir, evitar el consumo excesivo de azúcar, grasas saturadas y trans; asimismo, tener actividades físicas, precisa. Todo con ayuda de un profesional de la salud.
Por otro lado, se debe recordar que se denomina diabetes tipo 2 cuando las células se resisten a la insulina, una hormona que produce el páncreas que permite que el azúcar ingrese a las células.
Los síntomas más relevantes de esta enfermedad son: cansancio, visión borrosa, hormigueo en las manos y/o los pies, micción frecuente, sed, entre otros. Según la organización, para poder controlar esta enfermedad se debe regular tanto el colesterol como la presión arterial, afirma en una guía American Diabetes Association.
Muchas son las enfermedades posibles que pueden desencadenar la diabetes tipo 2 como: enfermedades del corazón, renales, nefropatías, riñones, problemas dentales y de la vejiga, por ejemplo.
Por esto, los arándanos tienen la capacidad de regular el azúcar de la sangre y disminuir el riesgo del desarrollo de diabetes tipo 2, porque permiten la sensibilidad a la insulina, señala Tua Saúde.
Finalmente, se debe mencionar que el corazón es uno de los órganos que más riesgo tiene de deterioro o mal funcionamiento debido a los malos hábitos que una persona puede tener. Entre ellos, un plan de alimentación desfavorable, rico en grasas saturadas, ya que estas suelen incrementar el colesterol LDL, que al depositarse en las arterias impide el flujo sanguíneo, precisa la Clínica Mayo, elevando las posibilidades de aterosclerosis, una afección en la cual, las paredes de estos vasos se ensanchan.