Vida Moderna
El fruto seco que equilibra los niveles de colesterol y ayuda a bajar la presión arterial
Este superalimento contiene grasas monoinsaturadas, especialmente el ácido oleico, como es el caso del aceite de oliva.
Una sustancia indispensable para el organismo es el colesterol, el cual es un líquido ceroso que se encuentra en la sangre y que el cuerpo necesita para formar células sanas, pero tener altos niveles de colesterol puede aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, según detalla con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Al tener niveles altos de colesterol, es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos y con el tiempo estos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias. Muchas veces estos depósitos pueden romperse de repente y formar un coágulo que causa un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Así las cosas, los expertos aconsejan realizar chequeos frecuentes médicos para regular los niveles de colesterol en sangre. Adicionalmente, es fundamenteal adecuar una alimentación saludable rica en vitaminas y minerales, y evitar grasas saturadas que son la principla fuente que obstruyen las vena sy arterias.
De esta manera, el portal web Cuerpo y Mente aconseja consumir frutos secos como las avellanas, las cuales crecen en casi toda Europa, sobre todo en la cuenca mediterránea, y se cultiva ampliamente en los países de Oriente Medio. Especificamente, las avellanas pueden resultar muy calóricas, por lo que conviene comerlas con moderación, ya que tiene un buen porcentaje de grasas, pero son muy saludables y se acompañan de muchos otros nutrientes indispensables para la salud.
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“Entre las grasas de las avellanas predominan las monoinsaturadas, especialmente el ácido oleico, como ocurre con el aceite de oliva. También contiene grasas poliinsaturadas, como el ácido linoleico”, señala el portal en mención.
Por otra parte, las grasas de la avellana son en su mayor parte monoinsaturadas, principalmente ácido oleico y poliinsaturadas, con un beneficioso efecto cardioprotector pues favorecen el equilibrio en los niveles de colesterol HDL (bueno) y LDL (malo).
Del mismo modo, varios nutrientes presentes en la avellana contribuyen a mantener la salud cardiovascular, gracias a sus proteinas que son de muy buena calidad y contienen una elevada proporción de arginina, un aminoácido que contribuye al buen funcionamiento del sistema cardiovascular. “La acción antioxidante de la vitamina E y los fitoesteroles mantienen la elasticidad y el buen estado de los vasos sanguíneos”, explica el portal en mención.
En cuanto a la presión arterial, las avellas contiene un bajo contenido en sodio y potasio, dos nutrientes que son muy recomendables para mantener a raya la tensión arterial.
¿Cómo consumir las avellanas?
Este superalimento tiene en su interior un sabor particular, con un punto dulce, ligeramente tostado y graso, suave y muy agradable. Estas se dividen en dos grupos: “las negretas, de gran tamaño y cáscara medianamente dura, a las que pertenecen la garrofina, la pauet y la negreto capellut; y las comunes, de tamaño variable y color blanco a rosado, como las variedades morell, gironell, asturiana y castañera”.
Es importante tener en cuenta que específicamente las avellanas con cáscara se pueden conservar largo tiempo y también se pueden guardar fuera de la nevera en un recipiente cerrado o un tarro opaco lejos de la humedad, la luz y el calor.
En caso de optar por las avellanas tostadas y peladas, es mejor evitar los tostados excesivos. Este sabor caracteristico potencializa su aroma y las hace más fáciles de digerir, pero altera la calidad de las grasas si se someten a temperaturas demasiado elevadas.
Asimismo, este alimento también se puede tostar al horno o freírse en aceite de oliva. “En las ensaladas proporcionan un toque crujiente. Se pueden añadir enteras o troceadas, o bien tostar y triturar con aceite para elaborar un sabroso aliño o vinagreta”, indica el portal en mención.