VIDA MODERNA
El método japonés para mejorar la memoria y la concentración
Por medio de esta técnica se busca despertar las funciones cerebrales.
La maratónica rutina diaria tiende a fragmentar la atención, tratando de cubrir cada uno de los puntos de la jornada al tiempo. Esta capacidad a la que se le conoce hoy como ser multitareas o multitasking, por como fue acuñado en inglés, suele exigir que la concentración esté distribuida entre múltiples funciones. Y aunque parezca una habilidad envidiable, en ocasiones puede llevar a la confusión.
El cerebro es un órgano complejo, del que depende el funcionamiento del organismo en general, pues se puede considerar como uno de los motores del cuerpo humano. Es por ello que es vital el correcto desempeño de las funciones cerebrales, las cuales están en constante actividad durante la vida. Capacidades como el pensamiento lógico, la memoria, la concentración y otras son esenciales para el desarrollo de las personas.
Quizá, la clave para tener un mayor rendimiento esté justamente en fortalecer dichas funciones cerebrales, y así ser más eficientes en las tareas diarias, independientemente de si se es o no multitasking. Para lograrlo, hoy en día se conocen una variedad de ejercicios y trucos que pueden facilitar el aprendizaje y la atención, unos más curiosos que otros.
Entre ellos se lista el Método Ikeda, una técnica originaria de Japón que promete ser efectiva para fortalecer la memoria y la atención, como lo ha demostrado precisamente su creador, quien se llevó la victoria en el concurso World Memory Championship, en el que se pone a prueba la capacidad de memoria de los participantes.
Recogiendo su experiencia en un libro, Yoshihiro Ikeda entrega una serie de recomendaciones y ejercicios prácticos para que los niños (y por qué no, los mayores también) refuercen sus funciones cerebrales. Según explica un artículo de Hola!, este método consiste en despertar cinco sensores de inspiración: detección, clasificación, cotejo, imagen y relación.
El primero, el de detección, implica tomar el aprendizaje como un descubrimiento, para ‘asombrar’ al cerebro. Le sigue el sensor de clasificación que lo que busca es poner a prueba la capacidad del cerebro para juntar la información en grupos, según características comunes.
Un tercer sensor es el de cotejo, es decir, ejercicios con los que se pueda cruzar un elemento ya conocido con otro nuevo, para así ‘emparejarlos’ y recordarlos fácilmente. Por otra parte, el sensor de imagen está asociado a la capacidad del cerebro de memorizar más rápido la información que se presenta visualmente.
Finalmente, similar al de cotejo, a través de la estimulación del sensor de relación se busca que la persona pueda conectar una información con otra, para así evitar olvidarla.
Una vez se pongan en práctica estos cinco sensores se propiciará la buena memoria. No obstante, vale decir que se trata de un proceso que también involucra el bienestar físico, por lo que se aconseja empezar por el cuidado de la salud, esto es llevar hábitos de vida sanos.
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La alimentación y la actividad física son puntos claves en la estrategia para fortalecer las funciones cerebrales. Por un parte, es a partir de la alimentación que se obtienen los nutrientes necesarios para suministrarle energía al cerebro y prevenir que se deteriore, mientras que, por otra parte, el ejercicio o la práctica de algún deporte estimula la sensación de bienestar en el organismo, regulando las hormonas y favoreciendo el mantenimiento de los tejidos del cuerpo.
De ninguna manera este artículo reemplaza la recomendación de un profesional, por lo que en caso de evidenciar problemas repetitivos con la memoria o la atención, lo debido es consultar con el médico de cabecera y descartar alguna enfermedad de base.