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El Nipah: ¿Causará este virus la próxima pandemia?
Mata a tres de cada cuatro personas que infecta y muchos creen que podría ser el próximo dolor de cabeza de los humanos. Conozca sus señales particulares.
La pandemia del nuevo coronavirus no ha terminado, pero desde ya los científicos están pensando en cuál será el próximo patógeno que pondrá al mundo en vilo. Porque si algo tienen hoy seguro es que es muy probable que vengan otras plagas y pandemias. Por eso el mundo debe estar preparado y armado de drogas y vacunas para esas enfermedades que podrían ser problemáticas.
Uno de esos candidatos más serios es el virus del Nipah. El último brote sucedió en Kerala, India en 2018 cuando mató a 17 personas de un total de 19 infectadas, lo que indica que su tasa de mortalidad es de 89 por ciento, mucho más que la de la covid-19. En esa oportunidad, de manera rápida la ciudad atendió la crisis y envió expertos en el manejo de ebola para poner en práctica los protocolos necesarios para evitar su propagación. Gracias a eso, lo pacientes infectados y los sospechosos estuvieron aislados. Así mismo se establecieron protocolos para los trabajadores de salud y un equipo de expertos hizo los procoesos de descontaminar las superficies.
En 2019 se presentó otro caso en una joven estudiante, y se hizo el gran esfuerzo de trazar sus contactos al punto que se logró dar con el paradero de 329 personas que habían tenido contacto con ella. Esa tarea permitió que el virus no se expandiera por la ciudad. En esa oportunidad no hubo muertes.
Aunque los virus que tienen una alta mortalidad son más faciles de contener porque el paciente muere antes de que tenga la posibilidad de pasarlo a otros, el temor es que que un día el Nipah logré escabullirse en una población gracias a una mutación que le permita contagiar más gente. Otra razón es que no todas las ciudades cuentan con los recursos económicos y sanitarios de Kerala. Por esto, si un brote del virus sucediera en otras partes menos favorecidas de la India, podría volverse una epidemia.
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Una enfermera en Kerala, al saber que moriría por causa del virus escribió una carta de despedida a su esposo encomendándole sus tres hijos. Ella se contagio en el hospital donde trabaja pues estuvo en contacto con una familia con una enfermedad muy parecida a la encefalitis. Era algo que los médicos en ese hospital nunca habian visto. Fue gracias a que un laboratorio de ese Estado acababa de recibir entrenamiento del CDC que se pudo determinar que era Nipah.
Según Gavi, la organización internacional de vacunas, el Nipah circula principalmente en Asia suroriental y se han registrado ya brotes en Bangladesh, India, Malasia y Singapur. La posibilidad de una pandemia de Nipah es alta porque en muchos de estos países las posibilidades de que un muerciélago pase el virus a un reservorio animal y este a un humano son ilimitadas. Esto se debe a que dichos muerciélagos que se alimentan de frutas viven en árboles ubicados muy cerca de los mercados, las iglesias, las escuelas y los sitios turísticos. Además, en esos países se usan sus excrementos para fertilizar el campo por lo que los agricultores y campesinos podrían entrar en contacto con el virus.
De hecho, en la frontera entre Bangladesh e India los brotes se dan con cierta regularidad, y estudios recientes indican que los murciélagos de esta zona son portadores del virus por lo que se da como un hecho que ocurran brotes constantemente. Sin embargo, hay muy poco conocimiento sobre de dónde viene el Nipah y donde ocurren estos brotes. Un estudio de Cambodia, por ejemplo, señaló que 60 por ciento de la gente no sabia que los murciélagos o zorros voladores podían transmitir el virus. Se calcula que 60 por ciento de la población mundial vive en la región donde el Nipah apareció y que la deforestación y el cambio climático está haciendo que la línea limítrofe entre animales y humanos cada vez se borre más rápido. Esto aumenta el riesgo de eventos como el que sucedió con el coronavirus. Es tan mortal la enfermedad que se considera una amenaza por bioterrorismo por lo cual muchos gobiernos limitan su estudio en laboratorios.
Según los expertos, el Nipah habita en la familia de murciélagos de la fruta y se pasa a los humanos por la comida o por liquidos contaminados con los excrementos de ellos. Un ejemplo podría ser la ingesta de dátiles puesto que dichos animales viven en estos árboles. Asi el consume de esta fruta podría llevar a la infección. Pero tambien se podrían contagiar los animales como sucedió en 1998, cuando un brote de Nipah en Malaysia empezó en cerdos contagiados por murciélagos. La enfermedad también se pasa entre humanos, en teoria, por secreciones respiratorias y saliva.
Su mortalidad está entre 40 y 75 por ciento. El periodo de incubación es de 5 a 14 dias, y en algunos casos extremos se da en 45, lo cual puede ser fatal pues una persona en ese timpo podría infectar a muchos. Los síntomas son los de una infección respiratoria aguda y encefalitis, que es la inflamación del cerebro, lo cual puede llevar a coma o a la muerte. Otros sintomas son la fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, vómito y dolor de garganta. Todo ellos pueden venir acompañados de mareo, náuseas y estados alterados de la conciencia. Uno en cada cinco de los sobrevieientes experimenta cambios en su personalidad.
Para el diagnóstico hay una prueba de reactivos de cadena de polimerasa y la prueba ELISA. También se detecta mediante pruebas de PCR, pero no todos ellos se pueden hacer en regiones remotas. En cuanto al tratmiento, hay estudios en fase uno para una candidata a vacuna (HeV-sG-V) que comenzaron en febrero de 2020 y terminaría en septiembre de este año. CEPI, otra agencia especializada en vacunas, ha invertirdo 25 millones en un estudio para probar la vacuna en adultos de 18 a 49 años y así verificar su seguridad y la respuesta inmune.
Mientras tanto, hay que prevenir el riesgo de una pandemia. Esto se hace con mejor vigilancia y mejor diagnóstico en cuanto se detecten casos sospechosos. También es importante seguir esstudiando cómo los murcielagos que albergan este virus pueden infectar a otros animales. Las comunidades deben tener más información sobre este tipo de infecciones y evitar contacto con posibles fuentes de contagio.
*Con datos de Gavi.