Salud
El párkinson se detectaría con un simple examen de piel
Cientificos desarrollaron una nueva prueba rápida, sencilla e indolora, que sería una verdadera revolución en el diagnóstico de esta enfermedad degenerativa.
Un verdadero cambio se ve venir en materia de detección del mal de Parkinson, gracias a científicos de la Universidad de Manchester que desarrollaron una novedosa prueba. Según lo informó el diario inglés The Times, se trata de un simple frotis en la piel, totalmente indoloro, que ayudaría a descubrir esta enfermedad degenerativa que afecta hoy a más de 10 millones de personas en todo el mundo.
La prueba podría estar disponible en dos años y se basa en el descubrimiento de que es posible identificar la enfermedad en compuestos que se hallan en este órgano, el más grande del cuerpo humano. El análisis se centra en el sebo o la sustancia grasosa que cubre y protege la piel y que puede presentar cambios en aquellas personas que padecen la enfermedad.
Según han podido establecer los expertos, estos pacientes producen más sebo, una condición conocida como seborrea y que puede desarrollarse gradualmente años antes de que los síntomas del párkinson sean tan evidentes que la persona se vea obligada a consultar al médico.
La profesora Perdita Barran, quien enseña espectometría de masas en la alma mater, le explicó al diario que los resultados de sus experimentos son “extremadamente alentadores. No solo “es una prueba rápida, sencilla y sin dolor, sino que además “ofrece una relación costo-beneficio efectiva, debido a que usa una tecnología que ya existe y está muy disponible”, declaró la científica. Agregó que los estudios ahora están enfocados en refinarlo para hacerlo mucho más certero, de modo que sea adoptado por el NHS, entidad rectora del sistema de salud en el Reino Unido. “Ahora lo que necesitamos es transferirlo al escenario clínico. Con la financiación adecuada, podremos hacerlo en los próximos dos años”, aseguró.
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De acuerdo con el sitio web de la Fundación de Párkinson de Estados Unidos, la incidencia de este mal se incrementa con la edad, pero se calcula que 4 por ciento de quienes lo sufren han sido diagnosticados antes de los 50 años.
El paciente más famoso con mal de Parkinson es quizá el actor Michael J. Fox, recordado por la película Volver al futuro y la serie Lazos familiares. Pues bien, la fundación que él creo en pro de los estudios sobre esta enfermedad es justamente la que ha aportado los recursos para desarrollar el test, además de la organización Parkinson’s UK y el instituto Innovation Factory de la Universidad de Manchester. Otro es el boxeador Mohammada Ali, quien llevaba 30 años con el padecimiento cuando murió en 2016.
Actualmente para el diagnóstico se usa una prueba que rastrea la pérdida de la células que producen dopamina, lo cual es una de las causas que desencadenan el párkinson. Lo complicado es que algo similar se presenta en otras condiciones raras, por eso este examen no es muy concluyente a la hora de determinar este mal. De hecho, una reciente encuesta entre pacientes con esta afección arrojó que 26 por ciento fue mal diagnosticado antes de que sus médicos descubrieran que lo que tenían realmente era párkinson, según reveló el diario londinense.
El nuevo análisis por medio de la piel promete un dictamen más certero y que no se presenten confusiones como le sucedió a Daxa Kalayci, una mujer de 56 años a quien le diagnosticaron varias enfermedades equivocadas antes de aclararse que era este mal.
“El test significará un real cambio de juego para quienes viven con esta enfermedad y buscan respuestas, como me sucedió a mí. Significa que en el futuro la gente no tendrá que experimentar la ansiedad que produce tener múltiples citas médicas, largas esperas y noches sin dormir”, le dijo Kalayci al periódico.
David Dexter, director asociado de investigación de la organización Parkinson’s UK, no dudó en calificar este nuevo logro de “revolucionario”, no solo por su novedoso procedimiento, sino porque también permitirá monitorear cómo progresa la enfermedad. Ahora solo falta que esté listo para el uso clínico.