Vida moderna
El peligroso ingrediente cotidiano que aumenta el riesgo de demencia
El consumo excesivo de este producto también ha sido relacionado con enfermedades cardiovasculares.
El consumo excesivo de sal, un ingrediente cotidiano presente en la alimentación diaria, ha sido asociado con un aumento en el riesgo de demencia, según revela un nuevo estudio publicado en el British Journal of Pharmacology.
Si bien el exceso de sal ya se ha relacionado previamente con enfermedades cardiovasculares debido a su efecto en la tensión sanguínea, esta investigación arroja luz sobre su impacto en el desarrollo de la demencia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo máximo de sal de aproximadamente 5 gramos al día, pero se estima que la mayoría de las personas en el mundo consume entre 9 y 12 gramos diarios, superando con creces esta cantidad.
El consumo excesivo de sodio, principal componente de la sal, es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte a nivel mundial.
Lo más leído
El mecanismo por el cual la sal contribuye al desarrollo de enfermedades cardíacas es principalmente a través de su efecto sobre la tensión sanguínea, elevándola y convirtiéndose en un factor de riesgo para condiciones como el infarto de miocardio o el ictus.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores llevaron a cabo experimentos en ratones, a los cuales se les proporcionó agua salada durante 12 semanas. Durante este tiempo, se monitorearon varios aspectos, incluyendo la tensión sanguínea, la función cognitiva y emocional, y la fosforilación de la proteína TAU, un proceso patológico asociado con la acumulación de formas defectuosas de esta proteína en el tejido cerebral.
Los resultados revelaron que los ratones que consumieron agua salada mostraron un aumento en la tensión sanguínea y en la fosforilación de la proteína TAU en el cerebro.
Además, se observaron niveles reducidos de ciertas proteínas, como CaMKI y PSD95, que se asociaron con la demencia y que se restablecieron cuando se les trató con el fármaco antihipertensivo Iosartan.
Aunque esta no es la primera vez que se relaciona la hipertensión con la demencia, este estudio aporta nuevos hallazgos al demostrar específicamente el impacto del consumo excesivo de sal en el cerebro.
Si bien es importante destacar que estos resultados se obtuvieron en modelos animales y aún no tienen estatus clínico, sugieren que algunos de los daños causados por la hipertensión podrían ser revertidos mediante el uso de medicamentos antihipertensivos.
La demencia es un problema de salud global que afecta a millones de personas en todo el mundo y encontrar formas de prevenirla o retrasar su progresión es de vital importancia.
Si bien se necesita realizar más investigación para comprender completamente la relación entre el consumo excesivo de sal y la demencia, este estudio nos insta a considerar la importancia de llevar una dieta equilibrada y reducir el consumo de sodio en nuestra alimentación diaria.
La conciencia sobre los efectos perjudiciales del consumo excesivo de sal debe ser difundida y las políticas de salud pública deben promover la educación y el fomento de una alimentación saludable.
Además, es esencial que los profesionales de la salud estén alerta a esta asociación entre el exceso de sal y la demencia, para brindar una atención integral a los pacientes y fomentar cambios en el estilo de vida que promuevan una mejor salud cerebral.
El estudio revela que el consumo excesivo de sal está relacionado con un mayor riesgo de demencia, debido a su efecto en la hipertensión y sus consecuencias en el cerebro.
Aunque los resultados se obtuvieron en modelos animales y se requiere más investigación, este hallazgo destaca la importancia de llevar una dieta equilibrada y reducir el consumo de sal como una medida preventiva para la salud cerebral. La concienciación y la promoción de cambios en el estilo de vida saludable son fundamentales para abordar este problema y proteger la salud de la población.