Vida Moderna
El poderoso fruto que controla los síntomas de artritis
La inflamación crónica es uno de los principales desencadenantes de los síntomas de la artritis.
La artritis es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, provocando dolor, inflamación y rigidez en las articulaciones. Aquellos que la padecen buscan constantemente formas de aliviar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.
¿Cómo los arándanos pueden reducir la inflamación y el daño en las articulaciones?
Según expertos en artritis, los arándanos son una fruta rica en antioxidantes, compuestos que desempeñan un papel importante en la reducción de la inflamación en el cuerpo. La Dra. María López, reumatóloga reconocida, explica: “Los antioxidantes presentes en los arándanos, como las proantocianidinas, ayudan a neutralizar los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden dañar las células y contribuir a la inflamación en las articulaciones”.
La inflamación crónica es uno de los principales desencadenantes de los síntomas de la artritis, y los antioxidantes presentes en los arándanos pueden contrarrestar este proceso. La Dra. López añade: “Los arándanos pueden ayudar a reducir la inflamación y el daño en las articulaciones, lo que puede aliviar el dolor y mejorar la movilidad en las personas con artritis”.
Investigaciones respaldan el potencial beneficio de los arándanos en el manejo de la artritis
Diversos estudios científicos han examinado el efecto de los arándanos en el manejo de la artritis, y los resultados han sido prometedores. Un estudio publicado en la revista Arthritis & Rheumatism demostró que el consumo regular de arándanos redujo los niveles de inflamación en pacientes con artritis reumatoide.
La Dra. Laura García, investigadora en reumatología, señaló: “Este estudio encontró una disminución significativa en los marcadores inflamatorios después de consumir arándanos durante ocho semanas. Esto sugiere que los arándanos pueden tener un efecto beneficioso en la inflamación asociada con la artritis”.
Además, otro estudio realizado en la Universidad de California reveló que los arándanos tenían propiedades protectoras para las articulaciones al prevenir el daño causado por la inflamación. La Dra. García comenta: “Los compuestos antioxidantes en los arándanos pueden ayudar a proteger las articulaciones al reducir el estrés oxidativo y prevenir la degradación del cartílago. Esto es especialmente relevante en la osteoartritis, una forma común de artritis caracterizada por el desgaste del cartílago en las articulaciones”.
Los arándanos, con su contenido antioxidante y propiedades antiinflamatorias, han demostrado ser un fruto poderoso en el manejo de los síntomas de la artritis. Los expertos en artritis respaldan su capacidad para reducir la inflamación, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta enfermedad crónica.
Si bien los arándanos no son una cura definitiva para la artritis, su inclusión en una dieta equilibrada y saludable puede brindar beneficios significativos. Si está considerando agregar arándanos a la dieta para el manejo de la artritis, es importante consultar con un médico o reumatólogo para obtener un enfoque integral y personalizado para el tratamiento.
¿Cómo elegirlos y conservarlos?
El portal ozeano.net aseguró que “a la hora de elegir los arándanos, es conveniente que las personas se fijen en su color y textura. Los de mejor calidad son brillantes y de color intenso, secos y firmes al tacto. Los arándanos blandos y húmedos se estropean antes”.
Para que se conserven mejor, es preferible si separa los arándanos mohosos de los frescos. Debe tirar a la basura aquellos que tengan un moho blanco y velloso o los que estén demasiado blandos. De este modo, evita que los arándanos en buen estado se pongan malos antes.
Por último, debe intentar que permanezcan secos. La humedad hace que les salga moho demasiado pronto, por eso es mejor asegurarnos de que están secos antes de guardarlos. Si tiene un centrifugador de ensalada, puede colocarlos en él con papel de cocina y dale vueltas hasta que no les quede nada de humedad. También puede extenderlos en una bandeja y dejarlos secar al aire libre.