Vida moderna
El sencillo hábito para sentirse feliz
Esta práctica está relacionada con sentirse bien.
El concepto de la felicidad puede variar en cada persona. Sin embargo, en algunas ocasiones el “sentirse feliz” está relacionado con sentirse bien, es decir, un bienestar integral.
Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala que participar en actividades que se disfruten puede ser un hábito que puede ayudar a sentirse más feliz y al mismo tiempo mejorar las habilidades de pensamiento.
“Las personas que participan en pasatiempos y actividades sociales y de ocio pueden tener un riesgo menor de tener algunos problemas de salud”, agrega la Biblioteca.
En ese mismo sentido, es importante recordar que la actividad física es una herramienta que aporta múltiples beneficios las personas, incluyendo la disminución de los síntomas de la depresión y la ansiedad, contribuyendo positivamente a la salud mental.
Para conocer un poco más sobre el bienestar integral lo recomendable es consultar a un psicólogo para recibir la asesoría profesional adecuada. No es recomendable seguir recomendaciones de redes sociales de personas que no estén formadas y preparadas académicamente.
Depresión
La Organización Mundial de la Salud indica que la depresión es un trastorno mental común a nivel mundial, pues al menos el 5 % de adultos en el mundo la padece. Es importante entender que cualquier persona puede padecerla.
“La depresión no es un signo de debilidad. Se puede tratar con terapia o intervención psicológica, con medicación antidepresiva o con una combinación de ambos métodos”, apunta la Organización Panamericana de la Salud.
Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala algunos de los síntomas que pueden manifestarse en una persona con depresión:
- “Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza
- Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia
- Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes
- Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado
- Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor
- Falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso
- Ansiedad, agitación o inquietud
- Lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales
- Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches
- Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
- Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio
- Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza”.
En los niños los síntomas pueden ser diferentes. Los padres y cuidadores deben prestar mucha atención a cambios en el rendimiento escolar, el sueño y el comportamiento. También puede que tengan tristeza, irritabilidad, apego, preocupación, dolores o rechazo por asistir a la escuela.
Para apoyar a una persona con depresión es importante acercarse respetuosamente y con cuidado especial para evitar que dicho individuo se sienta juzgado.
Mayo Clinic recomienda hacer lo siguiente:
- Hablar con la persona y explicarle lo que ha observado de sus acciones y por qué eso es signo de preocupación.
- Explicarle a la persona que la depresión es una enfermedad, es decir, cualquier persona puede padecerla. No significa que se tenga un defecto.
- Sugerir buscar ayuda profesional, es decir, un psicólogo.
- Expresar la disposición de ayudarlo en lo que necesite.
Acudir a ayuda profesional es importante para quien padece de depresión. Cuando no se inicia un tratamiento y acompañamiento médico a tiempo, puede afectar gravemente la salud mental del paciente. En algunos casos, explica la OMS, puede causar un gran sufrimiento y llevar al suicidio. Al año, más de 700.000 personas se quitan la vida y las edades oscilan entre los 15 a 29 años.