Vida Moderna
El superalimento que ayuda a nutrir el cerebro y a aumentar las defensas
Se conoce como superalimento por proporcionar varios beneficios a la salud.
El cerebro es como una computadora que controla las funciones del organismo y el sistema nervioso, una red que envía mensajes a las partes del cuerpo, de acuerdo con el portal educativo KidsHealth.
Además, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos MedlinePlus, explicó que el cerebro está compuesto por más de mil millones de neuronas. Algunos grupos específicos de ellas trabajan en conjunto para dar la capacidad de razonar, experimentar sentimientos y comprender el mundo. También ayudan a recordar cantidades diversas de información.
Por su parte, el sistema inmunológico es la defensa del cuerpo ante organismos infecciosos y otros invasores, de acuerdo con el Rady Children’s Hospital-San Diego.
El sistema inmunitario defiende el cuerpo contra sustancias que considera dañinas o extrañas, a las que se le conoce como antígenos. Estos pueden ser gérmenes como bacterias y virus, sustancias químicas o toxinas, células dañadas por el cáncer o quemaduras solares.
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Luego, el sistema inmunitario recuerda el antígeno. Si vuelve a reconocerlo, puede identificarlo y enviar rápidamente los anticuerpos correctos. Gracias a esto, en la mayoría de los casos las personas no se enferman. A esta protección contra una determinada enfermedad se le conoce como inmunidad.
Dicho lo anterior, tanto el cerebro como el sistema inmunológico se debe proteger y para hacerlo hay que tener una alimentación balanceada y saludable la cual contenga grasas, proteínas, carbohidratos, frutas y verduras y también frutos secos como las nueces, pues de acuerdo con La Vanguardia este es un super alimento que es “rico en vitaminas, minerales y antioxidantes”.
Además, el medio citó un estudio de la doctora Marta Guasch que afirma que “muchos estudios científicos, incluyendo estudios observacionales y de intervención, han demostrado que consumir nueces, y también otros frutos secos, puede ayudar a prevenir las enfermedades del corazón a través de mecanismos como mejora del perfil lipídico, eso es el colesterol, y por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias”.
Adicional, según informa el portal Muy Interesante, investigaciones realizadas por neurocientíficos de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, demostraron que integrar nueces a la dieta diaria mejora el desempeño de actividades en las que se necesitan habilidades motoras o del comportamiento en personas de edad avanzada, ya que se facilita la conexión entre neuronas debido a que son frutos ricos en polifenoles y otros antioxidantes.
De igual forma, comparte el portal, un estudio publicado en la revista Neurochemical Research afirma que el extracto de nueces, es decir, cuando es eliminada la fibra, contribuye a mitigar los efectos del estrés oxidativo y la muerte celular que se generan en el cerebro de las personas que padecen Alzheimer. Así concuerda una investigación realizada por Rush University Medical Center de Chicago, citada por Business Insider, la cual señala que la vitamina E presente en los frutos secos ayuda a prevenir la enfermedad de Alzheimer.
¿Cuál es la cantidad adecuada de nueces al día?
Si bien cuentan con varias propiedades buenas para la salud, no se debe olvidar que el 80 % de las nueces son grasa y por ello se tiene que medir su consumo. Los expertos recomiendan comer un puñado de nueces o, en su defecto, una o dos cucharadas de pasta de nuez que reemplace otras grasas saturadas, como las que contienen los huevos, los productos lácteos y las carnes.
Asimismo, de acuerdo con la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), se aconseja comer cuatro porciones de nueces sin sal durante la semana. Un truco es elegir las más crudas o tostadas y evitar las nueces cocidas en aceite.
Sin duda, las nueces son un excelente complemento para una dieta balanceada. Sin embargo, su ingesta debe estar siempre acompañada de otras prácticas saludables para mantener el buen estado del cuerpo, y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.