El superalimento que reduce el colesterol, controla la presión arterial y baja el azúcar en la sangre

La salud física se ve beneficiada cada vez que la ciencia hace un descubrimiento o la tecnología presenta un avance. Cada vez son más los medicamentos que aparecen para tratar las enfermedades más complejas, mientras que se desarrollan tratamientos farmacéuticos para males que se consideraban incurables. Sin embargo, a través del tiempo ha habido una constante y es el énfasis de los médicos en tener una buena alimentación.

“Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios”, indica la Organización Mundial de la Salud.

Sin embargo, las cifras no son tan alentadoras dado a que “actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales”, conforme informa la entidad.

No en tanto, existen alimentos que son ampliamente recomendados por los profesionales de la salud, pues son fuentes ricas de vitaminas y minerales, afectando así de manera positiva a los diferentes órganos o sistemas del cuerpo.

De hecho, algunos productos de origen natural inciden en varias funciones al mismo tiempo, por lo que se convierten en “superalimentos”, como son llamados de algún tiempo hacia acá por la prensa especializada en salud.

En este sentido, aparece la granola, que es una mezcla de frutos secos, frutas deshidratas, semilla y miel. Esta aparece como reemplazo de otros cereales en el desayuno y se ha convertido en una aliada perfecta para quienes hacen dieta. Aunque es fácil de preparar en casa, muchas compañías de alimentos ya la venden hecha.

Algunas presentaciones incluyen coco seco, arroz inflado, uvas pasas, cacao, mantequilla de maní, especias, avena u otros ingredientes similares. Las personas las han ido adaptando a sus gustos, pero la base se mantiene.

Su beneficio más conocido es la ayuda al tránsito intestinal, ya que es una fuente rica en fibra. Dicha característica fibrosa también le ayuda a atacar el estreñimiento. Además, puede ayudar al aumento de la masa muscular y la ganancia de energía.

Por otra parte, por la riqueza en beta glucanos, ayuda a disminuir el colesterol malo y también los riesgos de enfermedades o accidentes cardiovasculares. Asimismo, por algunos componentes de las semillas que incluye ayuda a la salud del cabello, a regular la presión arterial y regular el nivel de azúcar, energía y masa muscular.

Otro de sus aportes más notables es el que tiene que ver con la pérdida de peso.

Aunque no es un alimento ‘milagroso’, es decir, que por sí solo ayuda con la pérdida de peso, se debe considerar que la granola tiene un efecto de saciedad que inhibe el deseo de comer más, ya que de hacerlo provocaría un aumento de peso.

Sin embargo, si se consume de manera excesiva podría ser contraproducente para el peso corporal, puesto que como se mencionó, contiene frutos secos los cuales se distinguen por tener un alto valor calórico incidiendo en el peso corporal.

Asimismo, el sitio web aconseja preparar una granola personalizada, es decir, combinar por cuenta propia los ingredientes naturales y evitar aquellos que tienen azúcares añadidos, puesto que según MedlinePlus una alta ingesta aumenta el peso corporal e incita al desarrollo de enfermedades como la diabetes tipo 2, la hipertensión y el síndrome metabólico.

De hecho menciona que “las mujeres no deben obtener más de 100 calorías por día provenientes del azúcar agregado (aproximadamente 6 cucharaditas o 25 gramos de azúcar)”; y en el caso de “los hombres no deben obtener más de 150 calorías por día provenientes del azúcar agregado (aproximadamente 9 cucharaditas o 36 gramos de azúcar)”, indica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) también señala que “tanto en adultos como en niños, la OMS recomienda reducir la ingesta de azúcares libres a menos del 10 %”.

Entre tanto, es importante consultar con un profesional de la salud para diseñar un plan de alimentación balanceado, que como lo sugiere MedlinePlus, incluya frutas y verduras porque son saludables para el organismo gracias a las fibras, minerales y vitaminas que los componen y podrían reducir el riesgo de ciertas afecciones.