Vida Moderna
El té que se debe consumir antes de dormir para mejorar la digestión, controlar la diabetes y cuidar el hígado
Esta infusión natural tiene propiedades diuréticas y relajantes que también ayuda a disminuir los niveles de estrés y ansiedad.
El consumo de algunas infusiones en las noches es ideal para combatir algunos problemas de salud que se presentan por malos hábitos de vida, como lo es la diabetes, una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios, según indica la Organización Panamericana de la Salud.
Una de las infusiones más saludables para regular los niveles de glucosa es el té de romero, el cual se ha vuelto muy popular en los últimos años debido a sus múltiples propiedades medicinales y beneficios para la salud. De hecho, el portal de salud de la Clínica Carlos Slim menciona que “profesionales de la salud de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), indican que las propiedades del té de romero pueden servir como coadyuvante en el tratamiento de la diabetes tipo 2″.
Por lo anterior, Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), por sus siglas en inglés, mencionan que este padecimiento se puede prevenir y tratar cuando ya se tiene, pese a que es una enfermedad crónica (de larga duración); todo dependerá de los hábitos y la disciplina del paciente. “La diabetes tipo 2 se puede prevenir o retrasar con cambios de estilo de vida saludables, como bajar de peso si se tiene sobrepeso, tener una alimentación saludable y hacer actividad física regularmente”.
Así las cosas, el té de romero es ideal para las personas con diabetes, por lo que los expertos recomienda consumir dos litros de esta infusión para “proteger al ácido desoxirribonucleico (DNA), mejorar y disminuir el porcentaje de los lípidos en la sangre de manera significativa, y reducir el riesgo de sufrir un infarto o un accidente vascular-cerebral”.
Por otra parte, el portal Hola Doctor indica que actualmente el romero es usado para tratar otras afecciones como la ansiedad y el estrés; que a su vez combaten el insomnio, un trastorno del sueño que puede causar dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo, o puede hacer que despierte demasiado temprano y no pueda volver a dormirse.
Otro beneficio importante que brinda esta infusión es el cuidado de los riñones, ya que su efecto diurético facilitar el buen funcionamiento de los riñones y al mismo tiempo reduce el riesgo de padecer cálculos renales y gota. Del mismo modo, las propiedades del romero también se destaca por su efecto antioxidante, gracias a su contenido en flavonoides, lo cual permite luchar contra la acción de los radicales libres y retrasar el envejecimiento celular en todo nuestro organismo.
¿Cómo hacer el té de romero?
Ingredientes:
- 5 g de hojas frescas de romero (2 cucharadas).
- 250 ml de agua hirviendo.
Procedimiento:primero, se debe agregar el romero en el agua hirviendo, se deja reposar durante 3 a 5 minutos, adecuadamente tapado. Luego, se debe colar, beber tibio y sin endulzar. Este té o infusión puede ingerirse 3 a 4 veces por día. Además, este té también puede ser utilizado para lavarse el cabello.
La cantidad de este té o infusión natural se debe respetar, pues un exceso podría ser perjudicial para la salud. De igual manera, es necesario destacar que este tipo de bebidas preparadas con cualquier hierba o especia debe ser autorizado por un especialista en el tema de acuerdo con las condiciones de cada persona, dado que, hay individuos que son alérgicos a las mismas y desconocen esto.
¿Cuándo no se debe tomar té de romero?
Por su parte, el portal Mundo Deportivo detalla que si una persona sufre de gastroenteritis debería abstenerse a tomar el té de romero, puesto que su consumo podría incrementarla.
Sumado a esto, los expertos aconsejan no tomar el té de esta planta medicinal si la persona padece de cálculos biliares, ya que esta preparación podría obstruir los conductos biliares, es decir, la “red de tubos, llamados conductos, que conectan el hígado, la vesícula biliar y el intestino delgado”, según el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos.