Vida Moderna
El tipo de harina energética, repleta de vitaminas, que pueden consumir los diabéticos
La harina integral tiene mucha fibra y retrasa la absorción de los hidratos de carbono y de todas las grasas.
En su mayoría, las harinas están compuestas por hidratos de carbono. Estos se transforman en azúcar en el organismo, por ende, aunque la harina no es dulce, está prohibida para las personas que sufren de diabetes. Teniendo en cuenta que los niveles de glucosa en la sangre pueden cambiar, los diabéticos deben tener un control sobre el consumo de harinas.
Para aquellos que sufren de problemas de azúcar en la sangre, es recomendable que consuman harinas integrales y eviten las blancas o las refinadas.
Harinas para diabéticos
La harina integral contiene fibra y retrasa la absorción de los hidratos de carbono y de todas las grasas, por lo que es recomendable para consumo de personas con diabetes.
En principio se decía que la mejor harina para personas con este problema, era la harina de maíz, ya que su índice glucémico es menor que la de trigo. Sin embargo, con la harina integral, la persona podrá realizar postres y todo tipo de alimento que se le antoje.
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No obstante, debe tener cuidado a la hora de comprarlo, puesto que en muchos comercios pueden falsificar el etiquetado de los productos para diabéticos.
Harinas de espelta
La harina de espelta tiene un gran contenido en fibra y ayuda al progreso digestivo, ya que produce un vaciamiento gástrico. De esta forma, la glucosa tarda más en llegar a la sangre.
El consumo de este tipo de harina no solo es bueno para aquellos que padecen diabetes, sino para todas las personas en general, porque posee muchos antioxidantes.
Harina de avena
En los últimos veinte años, ha crecido mucho el interés de los consumidores en este tipo de harina, una vez que se han divulgado y descubierto sus numerosos beneficios para la salud. Es una fuente abundante y natural de hidratos de complejos y fibra totalmente hidrosoluble, como también lo es en vitaminas que son del grupo B, algunos minerales, ácidos grasos de la serie omega 6, tanto de los macrominerales (magnesio o potasio) como de oligoelementos (cobre, magnesio o cobre).
Su aporte calórico es bastante bajo. Tiene 68 calorías por cada 100 gramos de la harina. Contiene 14 gramos de proteína pura (por cada 100 gramos).
En relación con los carbohidratos tiene 66 por cada 100 gramos. Su contenido en fibra es de 10 gramos por cada 100 gramos, favoreciendo así la pérdida de peso y evitando algunas afecciones como el estreñimiento.
Es importante que a la hora de comprar pan con este tipo de harina, la persona pregunte siempre por el contenido de elaboración, además debe verificar que tenga el etiquetado, sin embargo, tratándose de un pan fresco puede ser difícil.
Harina de cebada
Como la espelta, este tipo de harina contiene un alto índice de fibra. Los hidratos de carbono son complejos que se absorben más lentamente, lo que provoca que no se produzcan picos de glucosa en la sangre. Este producto no solo es bueno para personas diagnosticadas con diabetes. También es ideal para las personas celíacas o alérgicas.
Harina de centeno
Las harinas de centeno son bastante recomendadas en el consumo de personas diabéticas, pues contiene mucha fibra y hacen frente a la diabetes del tipo 2. Además, controla de forma eficiente la insulina en sangre.
Esta harina suele ser más difícil de conseguir y cuando se cocina con ella, sobre todo los bizcochos, quedan muy secos, pero merece la pena usarla para cuidar la salud de aquellos con esta patología.
Otra de las harinas que pueden comer, pero son diferentes o raras de encontrar son las harinas de garbanzos, de soja o de almendras (mucho más dulce que las demás).