SALUD
Emergencia pulmonar: ¿qué hacer cuando a una persona se le va el aire?
La falta de aire se puede presentar por factores externos o por el padecimiento de algunas enfermedades.
La respiración es un acto involuntario y automático, pero determinante para la salud y vida de las personas. Su función es intercambiar oxígeno y anhídrido carbónico. Cuando los individuos inhalan, el oxígeno que contiene el aire llega a los glóbulos rojos y cuando exhalan expulsan el anhídrido carbónico que se ha producido en las células.
Por tratarse de un tema involuntario, la mayoría de personas lo dan por sentado, pero no debería ser así, pues de este puede depender la vida. Realizar ejercicio en exceso, soportar altas temperaturas, la obesidad, e incluso las alturas pueden causarle a una persona sana dificultad para respirar, dice el instituto de investigación Mayo Clinic.
Sin embargo, es un padecimiento que también puede presentarse como consecuencia de algunas enfermedades y, por ello, hay algunas personas que deben convivir con problemas respiratorios de manera regular.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los problemas respiratorios pueden incluir: falta de aliento, no poder tomar respiraciones profundas y jadear, además de sentir que no están recibiendo suficiente aire.
Cuando estas situaciones se presentan se deben tomar como una emergencia y son diversas las causas que pueden ocasionarlas.
En ocasiones, por ejemplo, pueden presentarse por afecciones como anemia (bajo conteo de glóbulos rojos), asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), a la que también se le conoce como enfisema o bronquitis crónica; enfermedad del corazón o insuficiencia cardíaca, cáncer de pulmón o cáncer que se ha trasladado a los pulmones e infecciones respiratorias como neumonía, bronquitis aguda y tos convulsiva, entre otras.
Sin embargo, no son las únicas razones. También a una persona le puede faltar el aire por estar ubicada a grandes alturas, tener un coágulo de sangre en un pulmón, presentar atelectasia pulmonar (neumotórax), tener un ataque cardíaco, una lesión en el cuello, pared torácica o pulmones; sufrir de un derrame pleural, tener una reacción alérgica o presentar acumulación de líquido en los pulmones. Este último puede generar una situación de ahogamiento.
Síntomas
Cuando a una persona le falta el aire puede respirar de manera acelerada, ser incapaz de respirar mientras está acostada y necesitar sentarse para respirar, estar ansiosa o agitada o presentar otros signos como somnolencia o sentirse confundida.
Hay quienes también pueden experimentar mareo o aturdimiento, dolor, fiebre, tos, náuseas, vómitos, labios, dedos y uñas azulados, pecho que se mueve de manera inusual, voz sorda o dificultad para hablar, tos con sangre, frecuencia cardíaca acelerada o irregular y sudoración. Hay otros casos en que los problemas respiratorios pueden ser generados por una alergia y es posible que el paciente presente una erupción o hinchazón en la cara, lengua o garganta.
¿Cómo reaccionar o actuar frente a este tipo de emergencias?
De acuerdo con los expertos, si una persona está presentando una dificultad respiratoria, lo primero que se debe hacer es comunicarse con un número de emergencias o con un especialista. La Biblioteca Nacional de Medicina plantea las siguientes acciones.
- Aflojar cualquier prenda de vestir ajustada.
- Ayudar a la persona a administrarse cualquier medicamento recetado (tales como un inhalador para el asma u oxígeno en el hogar).
- Continuar vigilando la respiración y el pulso de la persona hasta que llegue la asistencia médica y no suponer que su estado está mejorando si ya no se escuchan ruidos respiratorios anormales, como sibilancias.
- Si hay heridas abiertas en el cuello o pecho, deberán cerrarse inmediatamente aplicando un vendaje, sobre todo si hay burbujas de aire en la herida. Colocar un vendaje sobre las heridas inmediatamente.
- Una herida en el pecho que “succiona” permite la entrada de aire a la cavidad torácica de la persona con cada respiración. Esto puede causar una atelectasia pulmonar. Lo recomendable es colocar un vendaje en la herida, utilizando un envoltorio plástico, una bolsa plástica o compresas de gasa cubiertas con vaselina, sellando tres lados y dejando solo un lado abierto. Esto crea una válvula que evita que el aire entre al tórax a través de la herida, mientras permite la salida del que está atrapado en el pecho por el lado que queda abierto.