Vida Moderna
En cinco años se podría detectar el alzheimer por medio de un examen de sangre
Las conexiones de las células cerebrales y las propias células se degeneran y mueren cuando se padece de esta enfermedad.
El neurólogo Pascual Sánchez, experto en demencias e investigador del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, manifestó que, en un plazo de cinco años, será posible detectar el alzheimer mediante un análisis de sangre.
Así lo anunció el experto en el marco del acto ‘Actualidad de la investigación científica de la enfermedad de Alzheimer y las necesidades de las personas afectadas’, organizada por la Fundación Pasqual Maragall.
Según Sánchez, actualmente se están dando tres revoluciones en la investigación de esta enfermedad. Una de ellas es precisamente el mencionado diagnóstico en sangre, que se iniciaría en centros especializados, si bien se espera que se extienda a la Atención Primaria “sin una tecnología muy demandante”. Tal y como aseguró, “es la revolución que está más cerca de llegar a la clínica”.
Desde el punto de vista biológico, esta técnica permitiría saber que esas personas tienen las proteínas relacionadas con la enfermedad. De esta forma, incluso se podría diagnosticar el alzheimer preclínico, esto es, detectar a personas que, aunque no presenten síntomas todavía, ya tengan la enfermedad en su cerebro. “Con esta nueva herramienta vamos a ser capaces de estudiar el riesgo genético de las personas, ver si tiene esas proteínas en sangre y ver si tiene los primeros síntomas”, aclaró el profesional.
Asimismo, también destacó que se está produciendo una revolución genética en la enfermedad que “está iluminando el camino”. “Hasta hace 10 años, solo sabíamos que había un gen asociado; desde hace 10 conocemos ya más de 80″, celebró. De hecho, en el último año se han duplicado los genes que se conocen de la enfermedad
Estos avances en la genética reafirman que estas patologías realmente son causales y tienen una razón. “Cada uno llega al alzheimer por un motivo distinto, de tal forma que, en algún momento, se podrá entender mejor el perfil de riesgo de cada persona”, indicó.
Otra de las revoluciones tiene que ver con los marcadores digitales, relacionados con la inteligencia artificial (IA). “Lo que se busca con ello es que podamos monitorizar a distancia algunos datos biométricos de los pacientes, para poder detectar los primeros signos precoces que indiquen que esa persona empieza a tener un declive cognitivo”, explicó. Es decir, se trata de hallar señales que no tengan que ver con la memoria, sino con el habla o el propio movimiento de la persona.
Por ello, el experto abogó por “cambiar el foco”, y moverse de la parte sintomática actual a la parte preclínica de la enfermedad. “Ahí vamos a centrar nuestros esfuerzos para hacer realidad el futuro”, concluyó.
En ocasiones el alzheimer se puede prevenir
Por otro lado, el catedrático de genética Arcadi Navarro, líder del centro de investigación del alzheimer de la Fundación Pasqual Maragall, recordó que “hay datos epidemiológicos que indican que el alzheimer es prevenible”.
“Las personas con distintos estilos de vida que tienen distintas posibilidades de enfermedad de Alzheimer”, ha asegurado. Así, explicó que hay países que empezaron hace décadas con programas de prevención cardiovascular que a día de hoy cosechan ventajas en materia de alzheimer.
“Lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro, y hay zonas que están recogiendo los beneficios de estas políticas con mejor salud cerebral. En este sentido, sí que es prevenible el alzheimer”, expresó Navarro y aclaró que aún hay que trabajar en la base de la medicina de precisión, para conocer las indicaciones concretas de prevención para una persona en específico.
A su juicio, el desconocimiento del alzheimer “no es algo nuevo” en la Medicina. “No conocer las causas, y la enorme complejidad de este tipo de enfermedades, es un reto común a los cánceres: son enfermedades extremadamente complejas y no tenemos idea clara de la causalidad”, puntualizó.
Con todo, la diferencia para estar en una fase distinta entre una enfermedad y la otra es “una diferencia de inversión y de recursos”. “No ha pasado nunca en la historia que, cuando las personas hemos dado un problema a la ciencia, la ciencia no lo haya solucionado”, concluyó.
*Con información de Europa Press.