Salud
En el Día de la Mujer, hay que recordar la prevención del cáncer de cuello uterino
Pueden pasar años desde la infección con el virus del papiloma humano hasta que se desarrolla la enfermedad. Por eso es fundamental no dejar pasar los controles.
En el Día Internacional de la Mujer, vale referirse a una de las patologías que más las afectan: el cáncer de cuello uterino, que tiene una incidencia de 19 casos por cada 100.000 habitantes en Colombia, según el Ministerio de Salud.
Esta enfermedad ocasiona la muerte de 1.800 mujeres y el diagnóstico diario de 12, razón por la cual es relevante que en una fecha como hoy se ponga la lupa sobre el tema que está afectando, silenciosamente, a las mujeres del país y del mundo.
La doctora Natascha Ortíz, ginecóloga y epidemióloga del Centro de Enfermedades relacionadas con VPH de la Clínica del Country, explica la diferencia entre el VPH y el cáncer de cuello Uterino:
“El VPH de alto riesgo es la causa necesaria, mas no suficiente, del cáncer de cuello uterino, es decir, no toda la gente que tiene este virus desarrolla el cáncer. El virus se presenta en, aproximadamente, más del 60 por ciento de las personas que son sexualmente activas o han iniciado relaciones sexuales y en un lapso de 18 a 36 meses la mayoría lo elimina; un número muy pequeño es el que desarrolla cáncer. Sin embargo, cuando se desarrolla esta enfermedad, se puede tardar entre 10 y 20 años para presentar síntomas, momento en el cual puede ser demasiado tarde”.
Hay más de 100 tipos de VPH y, de estos, 30 generan afectaciones en el tracto genital a través del contacto sexual. Los tipo de alto riesgo son los que causan el cáncer de cuello uterino y, por su parte, los de bajo riesgo son causantes de verrugas genitales y lesiones de bajo grado.
Sin embargo, existen formas de prevenir la infección del VPH y, por consiguiente, el cáncer de cuello uterino, entre las cuales la principal es la vacunación. En Colombia, acceder al biológico en contra de este tipo de cáncer es totalmente gratuito para niñas y adolescentes.
Asimismo, según la doctora Ortiz, el país cuenta con nuevas tecnologías a disposición de las mujeres, como las pruebas ADN del virus del papiloma humano que se comienzan a practicar en mujeres desde los 25 hasta los 65 años.
“Un aspecto fundamental es que, en caso de resultar negativas estas pruebas, no es necesario hacer la citología y, además, la prueba debe repetirse solo hasta dentro de cinco años. Si la prueba sale positiva, se procede con la citología y de acuerdo con el resultado se toma la conducta. Es recomendable que las mujeres sepan y reclamen los resultados de estas pruebas, debido a que este es uno de los factores claves para garantizar la atención adecuada”, enfatiza.
Asimismo, la experta resalta que hay factores que pueden incrementar la posibilidad de que el virus no se elimine y el tejido del cuello uterino llegue a convertirse, en efecto, en cáncer. Algunos de ellos son fumar, tener múltiples compañeros sexuales o uno con varias parejas sin protección, la toma de anticonceptivos orales por más de diez años, una dieta no saludable, tener las defensas bajas, numerosas gestaciones y un inicio temprano de las relaciones sexuales. Sin embargo, el factor común siempre es la infección del VPH de alto riesgo, potenciado por estos otros factores.
El cáncer de cuello uterino tiene una historia de desarrollo muy larga y que, a diferencia de otros cánceres que se detectan en estadios tempranos, se puede identificar antes de que evolucione a cáncer, en la etapa del precáncer. Esto solo se puede lograr con el seguimiento juicioso de las pruebas de detección (ADN/VPH) y la citología.
La doctora Ortiz hace un llamado a no dejar que el cáncer gane terreno y a que se retomen los programas de prevención y detección temprana del cáncer de cuello uterino lo antes posible, pues, debido a la pandemia, se vio un descenso en su aplicación.