Vida Moderna
¿En qué casos el ejercicio resulta perjudicial para la salud del corazón?
La mejor hora para hacer ejercicio es una cuestión de preferencia, horarios y gusto.
La actividad física, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, con el consiguiente consumo de energía, es muy beneficiosa para la salud.
La organización señala que esta puede mejorar el estado muscular y cardiorrespiratorio, la salud ósea y funcional; reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer (entre ellos el cáncer de mama y el de colon) y depresión; minimizar el riesgo de caídas, así como de fracturas de cadera o vertebrales, y ayudar a mantener un peso corporal saludable.
No obstante, explicó que a nivel mundial, uno de cada cuatro adultos no alcanza los niveles de actividad física recomendados que, según la OMS, deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
De todas maneas, algunas personas exceden las cantidades recomendadas y en especial con el ejercicio físico de alta intensidad (entrenamiento o deporte de competición), en el que el organismo debe adaptarse para cubrir la exigencia del esfuerzo y el gasto energético requerido.
De hecho, el Grupo Sanitas de España señaló que, a medio y largo plazo, este tipo de actividad física conlleva unos efectos más específicos, que definen lo que se conoce como el síndrome del corazón de atleta:
- Hipertrofia del músculo cardiaco.
- Aumento del volumen de las cavidades de los ventrículos.
- Reducción de la frecuencia cardiaca en reposo, que apenas se incrementa durante la realización del ejercicio físico.
- Aparición de alteraciones en el electrocardiograma basal que son secundarias a la hipertrofia cardiaca, aunque suelen ser benignas.
Sin embargo, las afecciones no son iguales para todo el mundo, pues varía según el sexo, la edad, la alimentación, el estado de salud, entre otros.
Asimismo, cuando algunas personas exceden las recomendaciones y no descansan, hay otras consecuencias, según expertos y según el portal Panorama Web, que incluyen: “Riesgo de lesiones musculares y fatiga, falta de reposición de los depósitos de glucógeno y reducción de la producción de glóbulos rojos, incremento del ritmo cardíaco y la presión arterial, abandono del ejercicio por cansancio y esfuerzo acumulado”.
Por tal razón, para seguir las recomendaciones de la OMS, los expertos sugieren el ejercicio uno o dos días a la semana y los otros cinco días trabajar varias partes del cuerpo. Por ejemplo, si se realiza ejercicio con pesas, el lunes se puede ejercitar el tren superior y el martes se deben descansar dichos músculos para preferiblemente entrenar los músculos del tren inferior; el miércoles se pueden volver a trabajar los músculos del tren superior.
Por su parte, las personas se preguntan cuál es la mejor hora para hacer ejercicio y por ello los expertos aseguran que es una cuestión de preferencia, gusto y horarios. Lo importante es cumplir los objetivos diarios.
De todos modos, varios entrenadores dijeron que ejecutar alguna actividad física en la noche reduce el estrés del día y por tal motivo mejora la calidad del sueño, ya que las personas se duermen más rápido y duran más tiempo en la etapa del sueño profundo, pero para otros entrenadores la mejor hora para entrenar es la mañana, ya que no existirán excusas porque es la primera actividad del día y no se podrá aplazar por imprevistos como mucho trabajo o cansancio.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.