Vida Moderna
¿Endulzantes artificiales pueden causar diabetes? Esto dice la ciencia
La diabetes fue la sexta causa principal de muerte en 2019, con un estimado de 244.084 muertes directas en las Américas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Medicina de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), la diabetes es una enfermedad que consiste en la alteración de los niveles de glucosa en la sangre, donde este valor sube irregularmente.
De hecho, la glucosa proviene de los alimentos que se consumen a diario, y tiene relación directa con la insulina, que es la hormona que ayuda a que esta entre a las células para dar al organismo la energía necesaria para funcionar.
La entidad sanitaria reseña en su sitio web los dos tipos de diabetes que existen, señalando que en la diabetes tipo 1 el cuerpo no produce esta insulina. En el segundo tipo, que es el más común, el problema radica en que el cuerpo no produce o no usa la insulina como debería.
Al final, si el organismo no tiene suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre, elevando los niveles de forma peligrosa y causando afecciones en los ojos, riñones y nervios.
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De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se estima que 62 millones de personas en las Américas viven con diabetes tipo 2. Este número se ha triplicado en la región desde 1980 y se estima que alcanzará la marca de 109 millones para el 2040.
Asimismo, en las Américas, en 2019, la diabetes fue la sexta causa principal de muerte, con un estimado de 244.084 muertes directas.
En este sentido, cabe preguntarse si más allá de las precauciones que se tienen con la alimentación convencional, el uso de aditivos, como los edulcorantes, podría constituir un factor de riesgo para el desarrollo de esta afección.
La Clínica Mayo responde a este interrogante, afirmando que los pacientes diabéticos pueden consumir la mayoría de sustitutos del azúcar, como sucralosa, estevia o sacarina.
Según la médica Regina Castro de la entidad, estos productos pueden dar a los alimentos la dulzura del azúcar sin la carga de calorías habitual, y, de hecho, son mucho más dulces que el azúcar, por lo que se necesita menos cantidad.
La experta afirma que estos endulzantes no afectan el nivel de glucosa en sangre, por lo que la mayoría contienen menos de 20 calorías y cinco gramos –o menos– de carbohidratos.
“Algunos estudios han descubierto que reemplazar las bebidas y los alimentos endulzados con azúcar con aquellos que se han endulzado de forma artificial podría no ser tan beneficio como se pensaba”, reseña la doctora.
Esto último podría deberse, según la Clínica Mayo, al consumo en grandes cantidades de los edulcorantes artificiales; sin embargo, afirma que aún hace falta investigación en este campo.
Así pues, lo recomendable es prevenir el consumo excesivo de este tipo de endulzantes, y tener cuidado con los alcoholes de azúcar, como el manitol, sorbitol y xilitol.