SALUD

Enfermedades autoinmunes, enemigas silenciosas

Las enfermedades autoinmunes hacen que el sistema inmunológico ataque al propio organismo. ¿Cómo es vivir con el enemigo adentro?

Antonio Paz, periodista de Semana
27 de octubre de 2014
Las enfermedades autoinmunes son poco conocidas y en el país pocos médicos se especializan en ellas. | Foto: Archivo particular

Las EAI son complejas y sus causas son múltiples, pueden ser medioambientales y genéticas. Se presentan en cerca del 5% de la población y si no son detectadas y tratadas a tiempo pueden comprometer gravemente la salud de quienes las padecen, con pérdida de la calidad de vida y altos costos en servicios de salud.

El doctor Juan Manuel Anaya, director del Centro de Estudio de Enfermedades Autoinmunes (CREA), de la Universidad del Rosario, le dijo a Semana.com que desafortunadamente en Colombia son pocos los médicos que se especializan en el área de inmunología y pocas las bases que se brindan en los currículos de medicina general. “Desde el punto de vista de salud pública no hay ninguna campaña de información, prevención, ni concienciación. Lo peor es que estas enfermedades tienden a aumentar actualmente”.

Según Anaya, las EAI hacen parte de un grupo conocido como enfermedades crónicas no transmisibles y las más comunes son la tiroiditis autoinmune, la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico, la diabetes tipo 1 y la esclerosis múltiple.

Resulta preocupante conocer que en la mayoría de casos el diagnóstico no es rápido ya que en promedio estas enfermedades tardan entre cuatro y ocho años en detectarse. Luego de esto comienza una lucha con las EPS, ya que los tratamientos suelen ser de alto costo.

A través de varios estudios el CREA ha demostrado que algunas personas pueden presentar más de una EAI, lo que se denomina como poliautoinmunidad, afirma la doctora e investigadora Adriana Rojas. Además agrega, “una paciente puede tener artritis reumatoide, su madre hipotiroidismo, y su tía lupus. A esto se le denomina autoinmunidad familiar”.

A pesar de que este tipo de enfermedades no son curables, con una evaluación personalizada y un buen seguimiento médico se pueden controlar. “No es lo mismo tener la enfermedad que estar enfermo, la enfermedad no va a desaparecer pero el paciente no tiene por qué padecer y sufrir con los síntomas”, asegura el doctor Anaya.

Las enfermedades autoinmunes más comunes

Artritis reumatoide: Compromete principalmente las articulaciones que tienen movimiento, inflamándolas y destruyéndolas.

Lupus eritematoso sistémico: Afecta la piel, genera lesiones rojizas y puede afectar el riñón y las articulaciones. Puede afectar diversas partes del cuerpo a la vez.

Diabetes tipo 1: Se destruyen las células del páncreas que producen la insulina y se trastorna el nivel corporal de azúcar. Se presenta en uno de cada 400 menores de 20 años.

Tiroiditis autoinmune: Se alteran las hormonas de la glándula tiroides y se trastorna el peso, además de producirse cansancio e hinchazón.

Esclerosis múltiple: Se manifiesta con dificultades en movimientos de las extremidades, del habla, la visión o las sensaciones táctiles. Ataca el sistema nervioso central.

“Lo más frustrante es que nadie te cree que estás enfermo”

Desde que era una niña, Liliana Ramírez sentía que le dolían las piernas y muchas veces hasta el pararse de la cama era una misión imposible.

“Lograr que me hicieran un seguimiento interdisciplinar en la EPS fue una angustia diaria”. Hace año y medio uno análisis (pagados por ella) le confirmaron que sufría de artritis reumatoide, con la que convivió por más de 30 años sin saberlo.

“Los exámenes me salían buenos, me decían que era estrés y depresión, pero mis dolores seguían. Me decían que me inventaba los dolores e incluso algunos médicos me llegaron a tratar de loca”, asegura.

Liliana se siente discriminada constantemente, “por mi enfermedad suelo incapacitarme mucho, por ese motivo me han sacado de varios trabajos. Tengo buen semblante y hasta he aumentado de peso, por eso la gente no cree que estoy enferma. El sufrimiento va por dentro”.

Le parece increíble que hayan pasado tantos años para poder saber qué era lo que tenía. La artritis ha perturbado tanto su vida que hasta su sexualidad se ha visto afectada. “A veces los dolores son tan insoportables que no tolero ni que me toquen, literalmente me duele todo y eso acabó con mi relación de pareja”.

Ahora Liliana lucha por una pensión por invalidez y espera que nadie más tenga que soportar una eterna espera para obtener un diagnóstico correcto.

Lupus, artritis y fibromialgia

El lupus es una enfermedad terrible. “Amparo” vivía cansada, por más que durmiera no sentía alivio. Los médicos pensaban que tenía anemia, pero a pesar de seguir un tratamiento, su estado de salud era el mismo.

Le empezó a doler la cintura y las caderas, su piel se enrojecía con facilidad y empezó a tener episodios de depresión. Luego de cuatro años el test de anticuerpos antinucleares (ANA) indicó que padecía lupus, una enfermedad autoinmune. Existe alrededor de un 5% de la población (principalmente mujeres), en que la concentración de anticuerpos se encuentra significativamente alta. En muchos casos esta elevada concentración indica la presencia de lupus eritematoso sistémico.

Tiempo después le detectaron artritis reumatoide, Amparo desarrolló dos enfermedades autoinmunes (poliautoinmunidad). Además, sus estados de tensión y depresión la llevaron a otra enfermedad: fibromialgia.

“Todos los días me duele una parte diferente del cuerpo. A veces el cuello, como si tuviera un ‘mico', otras veces la espalda, otras las caderas. Es como si el dolor caminara. Además no me concentro y se me olvidan las cosas”.

El origen de la fibromialgia aún es desconocido, causa dolores musculares y fatiga. Quienes la padecen tienen puntos hipersensibles en el cuerpo y pueden perder capacidad para concentrarse (fibroneblina).

Amparo reunía todas las características para padecerla: entre un 80 y 90 % de quienes la padecen son mujeres, era una mujer madura y además padecía lupus (la fibromialgia se diagnostica con frecuencia en personas que padecen ciertas enfermedades, entre ellas: artritis reumatoide y lupus eritematoso sistémico).

Las enfermedades autoinmunes son muy desconocidas, pero cada vez más aumenta el número de personas que las padecen. Estos pacientes aprenden a depender de medicamentos toda la vida, en muchos casos de alto costo. Lo más trágico es que Colombia es un país donde son pocos los profesionales de la salud que se dedican a investigarlas y tratarlas.