SALUD

No más estigma contra los enfermos mentales

La Organización Mundial de la Salud asegura que la prevalencia de estos males está en aumento en todo el mundo. Pero más grave es el estigma que aún rodea a estos pacientes

10 de octubre de 2016
| Foto: Pixabay

Se calcula que una de cada cuatro personas en el mundo ha sufrido o sufrirá de alguna alteración mental a lo largo de su vida. En el Día Mundial de la Salud Mental la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere poner en relieve estas cifras y hacer un llamado contra el estigma y la discriminación que sufren estas personas.

Dentro de las enfermedades mentales más comunes están la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, la demencia y las alteraciones del desarrollo como el autismo. Todas estas comparten unas características: la perturbación de la conducta y la alteración de los estados emocionales, mentales y sociales de las personas.

En Colombia, las mujeres y los adolescentes son la población más afectada por alguna de estas patologías psiquiátricas. Según la más reciente Encuesta Nacional de Salud Mental, realizada por la Universidad Javeriana, el Ministerio de Salud y Colciencias, 10 de cada 100 adultos y 12 de cada 100 adolescentes presentan alguna enfermedad mental.

La psicóloga y terapeuta Carolina Guzmán asegura que “estos trastornos deterioran notablemente las facultades mentales, emocionales y sociales de la persona, de su  familia y su entorno. El dolor que padece el individuo resulta incapacitante para realizar labores cotidianas”. De ese modo, uno de los factores que favorecen la alta prevalencia de este tipo de enfermedades es la demora del diagnóstico.

Por otro lado, los mitos en torno a las enfermedades mentales hacen difícil el acceso a un tratamiento oportuno, vital para enfrentar estos trastornos. El miedo al señalamiento, la estigmatización y la exclusión por un diagnóstico de este tipo hace que las personas lo piensen dos veces antes de buscar una valoración especializada. De hecho, “existen muchas personas que pueden estar padeciendo alguno de estos trastornos sin ser conscientes de ello, explica Guzmán y añade que “algunos trastornos como la depresión son difíciles de diagnosticar ya que se tiende a confundir sus síntomas con otros padecimientos.  

Muchas de estas enfermedades identificadas en etapa temprana se pueden mitigar con tratamientos médicos y terapéuticos, e incluso se pueden curar. Pero, como explica Guzmán, “al carecer el sistema de salud pública de detección temprana, estas enfermedades se detectan ya cuando son parte del desorden adaptativo de la persona”, lo que hace difícil su tratamiento. “En muchas ocasiones el paciente debe aprender a manejar el trastorno y educarse a vivir con esta realidad”, agrega. 

Este no es un tema menor. De hecho, se podría convertir en un asunto de salud pública que se podría tratar a tiempo pero que a veces no se hace. Por esto, autoridades de la salud alrededor del mundo están enfocando sus esfuerzos en promover un mejor acceso, más digno y oportuno a la salud mental. Así mismo, buscan impulsar iniciativas para fomentar la consulta con especialistas y dejar atrás el miedo a ser estigmatizado por este tipo de diagnóstico.